Más de 40 mil trabajadores ferroviarios del Reino Unido participarán este sábado en una huelga en demanda de mejoras salariales y en protesta contra los recortes laborales.
Se estima que solo el 20 por ciento de los servicios ferroviarios presten servicio entre las 06H30 y las 17H30 (Hora local), pero algunas rutas en el interior del país no contarán con ningún servicio.
La jornada de protestas se suma a la protagonizada el jueves pasado por los ferroviarios y a la realizada el viernes por los trabajadores del Metro de Londres, que afectó a varias líneas del subterráneo capitalino.
Rock solid @RMTunion strike here at @greateranglia Bishop's Stortford this morning. Train Drivers, Revenue and Station staff saying with one voice #BustTheToryPayFreeze
Our message to @grantshapps: Rail workers won't accept a three-year pay freeze #HeroesToZeros @3000yearsmovie pic.twitter.com/kkamfMiKKz
— Alex Gordon #JoinAUnion (@alexgordon4me) August 20, 2022
14 compañías ferroviarias se unen
El paro ferroviario es secundado por el sindicato RMT empleados en 14 compañías ferroviarias; los del sindicato TSSA empleados en siete compañías del sector y del Unite, sindicato que representa a diversos sectores, como transporte y construcción.
Desde el Sindicato del Transporte Ferroviario y Marítimo (RMT, por sus siglas en inglés) aseguraron que la medida de fuerza responde al «punto muerto»; en que se encuentran las negociaciones con la patronal.
Ante esta situación, los representantes del sindicato advirtieron que seguirán las protestas hasta lograr que el Gobierno satisfaga sus demandas contractuales y laborales.
Asimismo, RTM acusa al Gobierno británico de presionar a las compañías de transporte para que no ofrezcan mejores condiciones laborales a sus trabajadores.
Los organizadores de la protesta estiman que de los 20 mil servicios de transporte que ofrecen diariamente solo funcionarán unos 4 mil 300 en todo el Reino Unido.
Según los sindicatos, el Gobierno exige a las compañías ferroviarias que no ofrezcan incrementos salariales de más del dos por ciento; a pesar de que la inflación en el país europeo supera el diez por ciento.