El Ministerio de Salud de Líbano anunció este martes que 24 personas resultaron heridas en dos bombardeos israelíes en el sur del país, a pesar del cese el fuego que rige con Israel desde finales de noviembre.
Israel afirmó que apuntó contra dos vehículos que transportaban armas del movimiento libanés proiraní Hezbolá; que estuvo en guerra contra el Estado hebreo en los últimos meses.
La agencia oficial libanesa NNA señaló que un «dron enemigo israelí» realizó un «bombardeo con un misil guiado» contra un pequeño camión que «transportaba verduras» cerca de la ciudad de Nabatieh; a unos 10 km de la frontera con Israel.
Al menos 20 personas resultaron heridas en el ataque, indicó el Ministerio de Salud libanés. Otros cuatro quedaron heridos en un segundo bombardeo que, según la NNA; alcanzó una «carretera» a dos kilómetros de ahí.
Heridos en dos bombardeos israelíes en el sur de Líbano
El portavoz del ejército israelí, Avichay Andraee, aseguró que el cuerpo armado apuntó contra un camión y otro vehículo del Hezbolá que transportaban «armas».
El ejército israelí está «decidido», según él, «a actuar de conformidad con los acuerdos concluidos entre Israel y Líbano, a pesar de los intentos de Hezbolá de volver al sur del Líbano, y actuará para eliminar cualquier amenaza contra el Estado de Israel y sus ciudadanos»; escribió en la red social X.
El primer ministro libanés, Nayib Mikati, condenó los dos ataques y denunció una «nueva violación de la soberanía libanesa y una flagrante violación del acuerdo de alto el fuego»; según un comunicado de su oficina.
El ejército israelí debía retirarse el 26 de enero del sur de Líbano a raíz del acuerdo de tregua concluido el 27 de noviembre con Hezbolá; aliado del movimiento islamista palestino Hamás en Gaza.
Pero el cuerpo armado no lo hizo alegando que Líbano no había cumplido su parte del acuerdo.
Tras una mediación estadounidense, Líbano aceptó aplazar el retiro al 18 de febrero.
La guerra entre Israel y Hezbolá, que se desencadenó en octubre de 2023, causó más de 4.000 muertos en Líbano y obligó a 900.000 libaneses a huir de sus casas; según las autoridades.
