En una nueva polémica está envuelta la Iglesia de Inglaterra que pretende abolir las referencias a Dios como varón en las Escrituras y en los servicios religiosos, pues consideran que se trata de «una mala interpretación teológica» que es la base del sexismo actual.
El debate fue planteado esta semana en una sesión del Sínodo General, el órgano legislativo de la Iglesia, por la reverenda Joanna Stobart, de la diócesis de Bath y Wells, quien preguntó a la Comisión Litúrgica qué pasos se están dando «para desarrollar un lenguaje más inclusivo en la liturgia permitida»; es decir, qué alternativas hay para dirigirse a Dios sin utilizar solo pronombres masculinos.
Stobart destacó que los feligreses deberían tener la oportunidad de «hablar de Dios de forma no genérica»; especialmente en las oraciones.
Fuerte debate en la iglesia católica de Inglaterra
Al respecto, el obispo de Lichfield, el reverendo Michael Ipgrave, vicepresidente de la Comisión Litúrgica, el órgano responsable de establecer cómo se celebran los servicios religiosos; anunció que «esta primavera se iniciará un nuevo proyecto conjunto sobre el lenguaje de género».
Pese a los esfuerzos de los anglicanos liberales, cualquier cambio en la liturgia de la Iglesia es posible solo con la aprobación unánime del Sínodo, donde existe una fuerte oposición.
Así, el reverendo Ian Paul, miembro del Sínodo General y del Consejo de Arzobispos de la Iglesia de Inglaterra, criticó esta iniciativa de la Comisión Litúrgica elaborada junto con la Comisión de Fe y Constitución.
«El uso de pronombres masculinos para referirse a Dios no debe entenderse como que Dios es varón, lo cual es una herejía. Dios no tiene sexo, a diferencia de la humanidad», declaró el reverendo Paul.
Igualmente, agregó que «El clérigo agregó que «las imágenes masculinas y femeninas no son intercambiables» y especificó que «el hecho de que Dios se llame ‘Padre’ no puede sustituirse por ‘Madre’ sin cambiar el significado, ni puede neutralizarse su género y ser llamado ‘progenitor’ [‘parent’, en inglés] sin que haya una pérdida de significado».
«Si la Comisión Litúrgica pretende cambiar esto, entonces de una manera importante estarán alejando la doctrina de la Iglesia de estar fundamentada en las Escrituras»; concluyó el reverendo Paul.