El conductor del automóvil, que atropelló el domingo a una multitud, que celebraba el carnaval en una ciudad del sur Bélgica; se le acusó de asesinato involuntario y se le puso tras las rejas en la noche del lunes, dijo este martes su defensor a una radio local.
El juez de instrucción aceptó de esa forma la tesis de un accidente, y no la del acto deliberado, como sugería la apertura de una investigación por homicidio; poco después de lo ocurrido.
La tragedia, ocurrida en las primeras horas de la mañana del domingo en La Louvière, dejó un saldo de seis muertos; diez heridos graves y una veintena de heridos leves.
El conductor del vehículo se le identificó apenas como Paolo F., un entusiasta de la velocidad a quien las autoridades locales ya habían quitado su licencia de conducir.
Sentenciado el homicida en Bélgica
En las primeras horas del domingo, el automóvil conducido a toda velocidad por Paolo F.; que incluía un pasajero, atropelló a un grupo de personas con disfraces para celebrar el carnaval; una fiesta tradicional en esa región de Bélgica y que en los últimos dos años se canceló por la pandemia.
De acuerdo con su abogado, el conductor explicó a los investigadores que no se había dado cuenta de que estaba acelerando hacia una multitud.
«En una fracción de segundos se enfrentó a una tragedia. El parabrisas explotó, él mismo se llenó de sangre, porque se golpeó la cabeza contra el parabrisas; escuchó gritos y golpes a su vehículo, ni se imaginó en ese momento que estaba en un carnaval»; dijo el abogado, Frank Discepoli, a la radio La Première.
Por ello, dijo el abogado, «no es un caso de asesinato o agresión, como lo exigía la Fiscalía».
Paolo F. se arrestó por asesinato culposo y lesiones involuntarias, mientras que su pasajero, un familiar el cual se identifica como Nino, se le culpo por, no prestar socorro a personas en peligro, aunque fue puesto libertad bajo fianza