El último balance de delincuencia del Ministerio del Interior apunta a un ligero repunte en la delincuencia en el área de Barcelona. En términos globales, la criminalidad convencional (la que no tiene que ver con las infracciones penales cometidas cibernéticamente) en la Barcelona metropolitana aumentó un 6,7% entre 2022 y 2023.
Filtrando los datos por población, la conclusión es que si en 2022 los distintos cuerpos de policía registraron 56 denuncias delictivas por cada 1.000 habitantes en la provincia de Barcelona, en 2023 esa cifra ascendió apenas un punto. Ello se explica, en gran medida, por el aumento de los hurtos (+6,1%), los robos (+1,5%) y, como ya explicó EL PERIÓDICO, por el auge de los delitos contra la libertad sexual, con un 40% más de violaciones en la provincia de Barcelona.
Los datos del Ministerio, extraídos de las denuncias recogidas por todos los cuerpos policiales, confirman una tendencia al alza en la actividad delictiva desde 2022, el primer año sin restricciones de movimiento importantes después de la pandemia. Una evolución que ratifican los datos referidos al conjunto de Cataluña, donde la criminalidad convencional creció un 5,6% de 2022 a 2023.
Las grandes ciudades (de más de 40.000 habitantes) del área de Barcelona en las que más creció la delincuencia en 2023 fueron Vilanova i la Geltrú (+12%), Barcelona (+10%), Viladecans (+7,1%) y L’Hospitalet de Llobregat (+5,2%); mientras que la criminalidad descendió en Esplugues de Llobregat (-11%), Gavà (-4,5%), Sant Cugat del Vallès (-4,4%) o Rubí (-3,1%).
Incremento de la actividad delictiva en el área metropolitana de Barcelona
Al margen ha de quedar el caso del Prat de Llobregat, que vuelve a marcar cifras estratosféricas en hechos delictivos (una subida del 20,3%, para alcanzar los 9.347 delitos), una «desproporción» a ojos del Ayuntamiento del Baix Llobregat, directamente atribuible a que el Ministerio computa en el municipio los hechos delictivos que se producen en el aeropuerto.
Contactadas por este diario, fuentes municipales insisten en pedir al Ministerio que disgregue los datos en sus balances, y citan las palabras del jefe del Área Básica Policial de los Mossos d’Esquadra de la ciudad, Manel Hermida; «Estos datos distorsionan totalmente la realidad del Prat y hacen un flaco favor a una ciudad que en realidad es un lugar muy tranquilo».
La mayoría de los 13 ayuntamientos con los que ha contactado EL PERIÓDICO para este reportaje coinciden en señalar el aumento de los hurtos, los robos y los delitos contra la libertad sexual como los causantes de la tendencia alcista y, de la misma manera, confían en sus Juntas Locales de Seguridad (JLS) el análisis pormenorizado de la actividad delictiva de sus municipios.