Un hombre de 55 años, identificado como Francisco Javier Almeida, ha sido detenido este jueves por la noche en el municipio de Lardero, en La Rioja, al norte de España, por el asesinato de un niño de 9 años.
Pocos minutos después de que se alertase de la desaparición del menor, la Policía le localizó junto al varón en un estado muy grave e inconsciente. Ambos estaban en el interior del portal del edificio donde reside el agresor.
Aunque la ambulancia llegó inmediatamente y trató de reanimarlo, no pudo hacer nada por salvar la vida del pequeño, que falleció a los pocos minutos.
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Según han relatado testigos, el hombre se habría llevado al niño con engaños de un parque en el que estaba jugando con otros menores disfrazado de Halloween, cerca del local donde participaba en una celebración con sus familiares.
Hombre intentó llevarse a otros niños
En el vecindario se vivieron varios momentos de tensión una vez que corrió la voz de lo sucedido. Uno de los momentos de mayor peligro se vivió cuando los agentes preparaban el dispositivo para sacar al hombre por el garaje de la vivienda.
Entonces aproximadamente 200 personas se concentraron en los alrededores y se dedicaron a increpar a los agentes por proteger al arrestado y pidiendo que les dejasen acceder a él para «lincharlo».
Varios vecinos aseguraron que ya se había advertido en varias ocasiones de la inquietante presencia de este individuo, que merodeaba por la zona y que ya habría intentado llevarse a otros menores. «Nos llamabais locos y solo veníais dos y ahora ha tenido que morir un niño para que vengáis todos a proteger al asesino», manifestó una mujer a los agentes, según recogen algunos medios locales.
¿Quién es?
La inquietud de los vecinos por la presencia de este hombre estaba más que justificada. Algunos de ellos conocían sus antecedentes.
Francisco Javier Almeida tuvo su primer encontronazo con la Justicia en 1993. Entonces fue condenado por un delito de agresión sexual a una pena de siete meses de prisión mayor, aunque la condena quedó extinguida en mayo de 1997.
Un año después, fue el responsable del conocido como asesinato de la inmobiliaria. El hombre acudió a la sede de una inmobiliaria con la excusa de visitar un piso y allí conoció a su víctima, una joven de 26 años. Concertó una cita y una vez en el piso le dio 17 puñaladas, manipuló sus órganos genitales, eyaculó sobre ella y finalmente le clavó el cuchillo en el corazón ocasionándole la muerte.
Fue condenado a veinte años de prisión por asesinato con alevosía y a 10 años por agresión sexual, además de indemnizar a la familia de la víctima con 40 millones de pesetas (240.000 euros), según recoge la prensa local de este antiguo suceso. Hace tan solo un año y medio que habría salido de la cárcel en libertad condicional, su sentencia se cumplía en agosto de 2023.
Un depredador a 200 metros de un colegio
Desde anoche se han sucedido una variedad de testimonios que califican a esta persona como un depredador y que no se explican cómo era posible que estuviera viviendo a 200 metros de un colegio y de un parque, en un área repleto de niños.
Una de las mujeres que ayudó a la búsqueda del niño asesinado ha asegurado a Europa Press que hace unos días ella misma alertó a los agentes porque este individuo había intentado llevarse a su hija y otra niña. «Les dijo que subieran a su casa para que vieran unos pajaritos», ha explicado. Sin embargo, las menores se negaron y fueron a buscar a sus padres.
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Otros testimonios cuentan que lo habría intentado también con otra niña más pequeña, que habría salido corriendo. Además, se afirma que el hombre iba todos los días solo al parque y que seguía a algunas menores; y que cuando no salía de casa, porque había muchos padres, observaba a las niñas por la ventana.
Por RT