Un tribunal de Birmingham (Inglaterra, Reino Unido) castigó este jueves a una trabajadora de salud con dos sentencias de prisión por haber usado la tarjeta bancaria de una paciente fallecida para comprar patatas fritas, dulces y gaseosas en una máquina expendedora del hospital, comunicó la Policía británica.
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En enero pasado, Ayesha Basharat, de 23 años, tomó la tarjeta y la usó solo 17 minutos después de que su titular falleciera. La joven realizó siete compras, pagando por ello mediante el sistema que no requiere la introducción de una clave.
«Confundió la tarjeta con la suya»
Días después, Basharat intentó nuevamente comprar, pero ya había sido bloqueada. La joven fue arrestada en el hospital, en posesión de esa tarjeta bancaria. Inicialmente, la acusada afirmó que la encontró y la confundió con su propia tarjeta al pagar, pese a que eran de diferentes colores.
El tribunal declaró culpable de robo y fraude a la trabajadora del hospital, por lo que recibió dos condenas de cárcel de cinco meses que deben ejecutarse simultáneamente.
Acción ilegal
Usar la tarjeta de crédito de un fallecido es algo posible pero es ILEGAL: es frecuente encontrarse una persona que tiene tarjeta de crédito y que decide dar tarjetas adicionales a su esposa y a sus hijos; todos la utilizan sin mayor problema, ya que el consumo lo van pagando de forma oportuna cada mes. Pero por desgracia “nadie sabe ni el día ni la hora” en que partirá de este mundo. Cuando quien muere es el titular de la tarjeta, lo correcto es que se dé aviso al banco. Así mismo se debe anexar copia Certificada del acta de defunción y entregar las tarjetas (titular y adicionales), para destruirlas y proceder a cancelar la cuenta.