El volcán Etna, situado en la isla italiana de Sicilia, registró este 24 de febrero su sexta erupción en ocho días. El renovado aumento en su actividad se registró hacia las 19:00, hora local, en su cráter sureste, y a las 22:00 se produjo una fuente de lava que alcanzó uno 500 metros de altura, según informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV).
Poco más de una hora después, el INGV informó que el evento había terminado sin provocar heridos ni exigir alarma de evacuación. De cualquier modo, los expertos llevan a cabo un monitoreo continuo del volcán, considerado el más activo de Europa, y realizan observaciones en tiempo real con cámaras térmicas de alta velocidad y mediciones de la composición química de los gases emitidos para informar sobre cualquier cambio, resaltó el instituto en un comunicado.
Did I call the 20-21 February paroxysm of #Etna "incredibly powerful"? Well, its successor, in the night of 22-23 February, was MUCH more powerful. Subplinian eruption column seen from home, Tremestieri Etneo, 23 February 2021, about 01:00h local time pic.twitter.com/9OEHdhtlyL
— Boris Behncke (@etnaboris) February 23, 2021
El vulcanólogo Boris Behncke, del INGV, compartió imágenes del fenómeno de este miércoles, que incluyen el "flujo piroclástico y rayos".
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Durante los últimos días, el Etna ha cautivado la atención de los geólogos y vulcanólogos al arrojar lava, cenizas y rocas de manera regular. Entró en erupción el pasado 16 de febrero, con una columna de ceniza de más de un kilómetro de altura y voluminosas fuentes de lava por la ladera este de la montaña, hacia el deshabitado valle de Bove.
Lava fountains, pyroclastic flow and lightning during the latest paroxysmal eruptive episode at #Etna, 24 February 2021 pic.twitter.com/j4LXIhAF9W
— Boris Behncke (@etnaboris) February 24, 2021
Sus impresionantes paroxismos han continuado desde entonces en ráfagas más o menos intensas y han iluminado el cielo nocturno de Catania, la ciudad más grande del este de Sicilia, que suele cerrar durante horas o días su aeropuerto cuando la ceniza en el aire hace que volar por la zona sea peligroso. Este 23 de febrero, su actividad fue "mucho más poderosa" que las anteriores, con gigantescas nubes de humo y fuentes de lava que superaron los 1.500 metros de altura.
El observatorio dedicado al Etna desconoce cuánto durará la fase activa actual, que involucra principalmente el cráter sureste, formado en 1971 a partir de una serie de fracturas. El Etna se eleva a 3.350 metros sobre el nivel del mar, aunque con el tiempo la actividad volcánica ha cambiado la altura de esa montaña.