Un club nocturno suizo cerrado por las restricciones del COVID–19 fue convertido en un centro temporal de donación de sangre, lo que cambió el cariz del depósito vacío que solía estar lleno de juerguistas.
Las luces que iluminaban la pista de baile de los miles de asistentes al club nocturno MAD, situado en la ciudad estudiantil de Lausana, ahora apuntan a las enfermeras que insertan agujas mientras suenan canciones de Queen, los Bee Gees y Michael Jackson.
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“Fue un poco desgarrador ver un lugar como este que ha existido durante casi 35 años sin actividad durante tanto tiempo”, dijo el gerente Igor Blaska. “Así que nos sentimos orgullosos de organizar cualquier actividad posible”.
El club en el distrito de Flon, donde normalmente funciona el corazón de la vida nocturna de la ciudad, estuvo cerrado durante casi 10 meses debido a las restricciones implementadas para frenar la propagación del COVID-19.
Centro temporal
Suiza se vio muy afectada por una segunda ola de casos. El país registra más de 350.000 contagios y más de 5.000 muertes desde el inicio de la pandemia.
Un ex asistente al club convertido en donante de sangre dijo que se sentía bien por estar de vuelta en MAD, que significa Moulin a Danse (Molino de Baile) y tiene una rueda roja gigante suspendida del techo.
“Vine sin dudarlo porque es un lugar legendario”, contó Olivier Rebel. “Una parte (de mí, decía): sal de la casa, vuelve a un lugar al que ya no vayas, pero que esté lleno de recuerdos. Fue simplemente agradable”.