La mujer que recibió los fondos del cardenal Becciu permanecerá en prisión

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Roma, 15 oct (EFE).- La italiana Cecilia Marogna, la mujer que recibió fondos de la secretaría de Estado vaticano por orden del cardenal Angelo Becciu y que fue detenida este martes tras una orden de arresto emitida por el Vaticano, seguirá en la cárcel en espera del proceso de extradición que comenzará ya mañana con una primera audiencia.

El Vaticano confirmó la emisión de la petición de arresto para la "Dama del Cardenal", como la ha llamado la prensa italiana, "bajo los delitos de malversación y apropiación grave ilegal en colaboración con otras personas actualmente no identificadas".

 

La mujer nacida en Cerdeña, como el cardenal Becciu, que fue detenida Milán (norte), tendrá que permanecer en la cárcel después de que la Quinta Sección del Tribunal de Apelación de Milán convalidó el arresto ante "la gravedad de los hechos" imputados y del "peligro de fuga", según adelantan los medios italianos.

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El proceso para conceder la extradición comenzará ya mañana, aunque se prevé que dure algunos meses pues se puede apelar al Supremo.

Según las informaciones aparecidas en los diarios Domani y el Corriere della Sera, cuando era el poderoso sustituto de la Secretaria de Estado (2011-2018), Becciu entregó entre 500.000 euros a Marogna, titular de una empresa con sede en Eslovenia, y experta en seguridad y relaciones internacionales, para que realizase una red de protección de algunas nunciaturas.

Compra de edificio en Londres 

Una investigación del programa televisivo "Le Iene" del canal "Italia1" desveló que parte de este dinero, cerca de 200.000 euros, fue utilizado en la compra de artículos de lujo como bolsos de marca o un sofá por 12.000 euros.

Este fue uno de los capítulos que ha ido filtrando la prensa sobre la gestión de Becciu cuando era sustituto de la secretaria de Estado desde 2011 a 2018 y después de que por sorpresa Francisco le retiró el pasado 24 de septiembre de su cargo de prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos y también de sus derechos como cardenal, quizá pensando en un futuro proceso.

Becciu fue desposeído de su puesto después de que el Vaticano comenzase una investigación por una inversión inmobiliaria con la compra de un edificio en Londres, que salió tan mal que finalmente ha producido un agujero de 400 millones de euros en las cuentas vaticanas.

Pero, además, se conoció que Becciu habría enviado fondos de la Conferencia Episcopal Italiana y una vez del Óbolo di San Pedro, la institución que recoge las colectas para la misión del papa, a Cáritas de Cerdeña para que se usasen a favor de la cooperativa Spes, cuyo propietario y representante legal es su hermano Tonino.

En otro de los capítulos del caso Becciu se publicó que desde la Secretaria de Estado se emitieron transferencias por cerca de 700.000 euros a una cuenta bancaria en Australia, y que este dinero estaría vinculado al juicio por abuso sexual que afrontó el cardenal australiano George Pell, con quien el cardenal italiano no mantenía buenas relaciones por sus diferencias en la gestión de las cuentas vaticanas.