Las autoridades sanitarias de Países Bajos han detectado la COVID-19 entre los mustélidos de una granja de visones en la ciudad de Gemert (sur), lo que eleva a veinte el total de explotaciones afectadas hasta hoy por el nuevo coronavirus, confirmó este lunes el Ministerio holandés de Sanidad.
El SARS-CoV-2 fue detectado gracias a las actividades de monitoreo de "alerta temprana", establecido por el Gobierno holandés en abril después de confirmarse los primeros casos, y que permite que los animales sean sometidos a pruebas semanales para detectar el coronavirus en una fase temprana y evitar el contagio a los empleados.
En un comunicado, el Ministerio de Sanidad y el de Agricultura explicaron que los 7.000 visones de esta granja de Gemert, junto a los 4.300 mamíferos de otra granja en Landhorst en la misma región del Brabante Septentrional, donde también se detectó el virus el pasado viernes, serán sacrificados este mismo lunes.
En total, decenas de miles de visones de veinte granjas de cría para la industria peletera dieron positivo en el nuevo coronavirus, y exceptuando las dos últimas que aún están preparando el sacrificio de estos animales, todos fueron ya sacrificados para evitar que estas instalaciones se conviertan en reservorios del virus.
Lee también: Italia registra solo 7 muertos y reduce los contagios de coronavirus
Medidas preventivas
El Gobierno también ha impuesto otras medidas preventivas, como la prohibición de transportar visones o su estiércol en todo el país, o de visitar los establos, y reforzó los protocolos de higiene para evitar mayor propagación de la COVID-19, después de haberse producido al menos dos contagios de animal a humano, los primeros conocidos en todo el mundo desde comienzos de la pandemia.
Las autoridades holandesas detectaron el coronavirus en las granjas de visones a finales de abril, cuando los cuidadores observaron problemas respiratorios y gastrointestinales entre estos mustélidos.
La crianza de visones estará legalmente prohibida a partir de enero de 2024 después de una decisión del Tribunal Supremo, que cuestionó en 2013 la moralidad de cuidar de estos animales para después despojarlos de su pelaje, y ahora los criadores pueden pedir una compensación al Estado por los animales sacrificados si deciden cerrar su negocio.
Sin embargo, después de detectarse el coronavirus en estas granjas, el Parlamento holandés votó para acelerar su cierre completo antes de finales de este mismo año, pero el Gobierno está aún investigando cómo compensar a los criadores de visones para que pongan fin voluntariamente a sus negocios.
En Países Bajos hay unas 130 granjas de cría de visiones, con más de 800.000, criados para el sector peletero, una práctica que algunos partidos holandeses han tratado de eliminar desde 1989, alegando cuestiones éticas y para garantizar el bienestar animal. EFE