Cadena perpetua para hombre que lanzó a un niño desde lo alto de un museo en Londres

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El joven británico Jonty Bravery, que el año pasado empujó a un niño de seis años desde lo alto del museo Tate Modern en Londres (Reino Unido), ocasionándole graves heridas, fue condenado este viernes a cadena perpetua con cumplimiento mínimo de 15 años de reclusión, informa AFP.

La jueza del tribunal criminal de Londres que dictó la sentencia basó su decisión en la premeditación de Bravery, de 18 años, y teniendo en cuenta su peligrosidad si fuera dejado en libertad. El acusado, que se declaró culpable de intento de asesinato, empujó de manera intencional, el pasado 4 de agosto, a un niño francés desde la plataforma de observación que se encuentra en el décimo piso del museo.

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Bravery afirmó que lo hizo porque quería aparecer en las noticias y para mostrar su frustración por el tratamiento de sus problemas de salud mental. Según los médicos, padece de autismo, tiene trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno de personalidad. El joven ya había advertido a sus cuidadores meses antes de que planeaba matar a alguien de ese modo.

El niño que sufrió el ataque, y al que su agresor no conocía, cayó sobre el techo de la quinta planta del inmueble. Un helicóptero de los servicios de emergencias aterrizó a orillas del río Támesis para trasladarlo de urgencia. El menor sobrevivió, pero sufrió hemorragia cerebral, varias fracturas de la columna vertebral y de piernas y manos.

La jueza que atendió el caso dijo a Bravery que "puede que nunca sea liberado" y señaló que probablemente la vida de la víctima "nunca volverá a ser la misma", recoge Reuters. Hasta el día de hoy el menor está constreñido a una silla de ruedas.

En una declaración leída por los fiscales, los padres del niño francés afirmaron que "las palabras no bastan para describir el horror", además de la incertidumbre sobre el futuro de su hijo, puesto que temen que este no pueda volver a confiar en nadie y que vea a cualquier extraño como una "amenaza".

Bravery, quien fue arrestado poco después del incidente, le dijo a la Policía que el día anterior había investigado en Internet cómo matar gente y que incluso había preguntado en la calle por la ubicación de un edificio alto.