Los manifestantes del colectivo 'chalecos amarillos' salen a las calles de la capital francesa por primera vez en dos meses después de que el Gobierno francés flexibilizara las medidas impuestas por la pandemia del coronavirus.
El 15 de marzo, durante su última protesta, se informó de varios arrestos después de que los manifestantes y activistas del bloque negro se enfrentaran con la policía en París.
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Anteriormente, el Gobierno francés había decidido que las reuniones se limiten a 10 personas, y la multa por romper esta regla se ha aumentado de 41 a 145 dólares. Sin embargo, a partir del lunes 11, Francia ha levantado gradualmente las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.
En París, así como en otras zonas rojas de alto riesgo de infección, se sigue aconsejando no salir de las casas, a menos que sea estrictamente necesario, y los parques y jardines permanecerán cerrados.
Las protestas del movimiento 'chalecos amarillos' que se han estado realizando en todo el país desde noviembre de 2018, inicialmente, habían sido provocadas por un impuesto al combustible, pero se convirtieron en una expresión general de insatisfacción con el 'statu quo'.