Las muertes por el nuevo coronavirus en el Reino Unido ascienden este viernes a 31.241, tras sumar 626 en 24 horas, el número más alto de fallecimientos registrado en Europa, informó el Gobierno británico.
En una rueda de prensa, el ministro de Medioambiente, George Eustice, precisó que estos decesos corresponden a casos de COVID-19 confirmados por test, si bien otras cifras de la Oficina nacional de estadísticas (ONS) indican que el número total de muertes atribuidas al virus podría superar las 36.000.
Un bebé de seis semanas con patalogías previas se ha convertido en la víctima de la enfermedad más joven del país, de un conjunto de doce personas menores de 19 años que han fallecido a causa del nuevo coronavirus.
Estos datos se conocen en vísperas de que el domingo el primer ministro conservador, Boris Johnson, anuncie su plan de desescalada del confinamiento impuesto el pasado 23 de marzo, si bien ha avisado de que actuará "con cautela" para evitar un segundo brote de la pandemia.
Eustice subrayó hoy que, hasta que se conozcan las variaciones, que se prevé que sean leves, los británicos deben "quedarse en casa" en este soleado fin de semana largo, pues este viernes es festivo en el Reino Unido.
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A la espera de conocer el plan del Gobierno central para Inglaterra, la región más poblada, los Ejecutivos autónomos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte han advertido de que no piensan modificar significativamente a corto plazo las restricciones en sus territorios, pues consideran que hacerlo sería arriesgado.
Esto implica que las naciones que conforman el Reino Unido, que hasta ahora han avanzado coordinadas en la lucha contra el virus, podrían evolucionar con medidas diferentes, según su situación.
Así, el Gobierno galés ha revelado hoy como únicos "pequeños ajustes" a partir del lunes que las personas puedan salir más de una vez al día a la calle a hacer ejercicio y que se reabran los centros de jardinería, siempre que se respete la distancia personal.
El Gobierno de Irlanda del Norte prorrogó el jueves las medidas introducidas en marzo y avisó de que podría haber cierta apertura en el ejercicio diario, mientras que el Ejecutivo escocés de Nicola Sturgeon ha advertido de que mantiene las restricciones y "no se dejará presionar" por Londres para levantarlas antes de tiempo.
Johnson, que en su día fue ingresado por COVID-19, ha dado a entender que no se precipitará al levantar el confinamiento, pero está presionado por el sector empresarial y su propio partido para reabrir cuanto antes la economía.
Los últimos datos de muertes en la pandemia se conocen cuando el Reino Unido conmemora hoy el 75 aniversario del fin de la II Guerra Mundial, con actos televisados y gestos simbólicos a puerta cerrada que culminarán esta noche con un discurso de la reina Isabel II. EFE