Boris Johnson ha sido trasladado este lunes a las ocho de la tarde (hora peninsular española) a la unidad de cuidados intensivos del Hospital St. Thomas, de Londres, donde había ingresado el domingo.
El equipo médico decidió el traslado al comprobar cómo el estado del primer ministro empeoraba, aunque en un primer momento no fue necesario el uso de respirador. El ministro de Exteriores, Dominic Raab, se colocó provisionalmente al frente del Gobierno.
“Desde el pasado domingo por la tarde, el primer ministro ha permanecido en observación por los médicos del Hospital St. Thomas, en Londres, después de que ingresara con síntomas persistentes de coronavirus”, decía el comunicado emitido a última hora por Downing Street.
“A lo largo de la tarde [de este lunes] el estado del primer ministro ha empeorado, y por consejo del equipo médico, ha sido trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital. El primer ministro ha pedido al ministro de Exteriores, Dominic Raab, en calidad de primer ministro de Estado, que le sustituya en todo lo que sea necesario. El primer ministro está recibiendo un excelente cuidado, y agradece al personal del Servicio Nacional de Salud [NHS, en sus siglas en inglés] toda su dedicación y dura tarea”.
Johnson ingresó en el Hospital St. Thomas de Londres a última hora del domingo, y Raab ya presidió este lunes la primera reunión del Gabinete de crisis de la semana.
Te puede interesar: Uno de cada tres pacientes es dado de alta en Italia
La información de Downing Street sobre el estado de salud de Johnson había sido escasa hasta ese momento. Las pruebas a las que estaba siendo sometido eran “rutinarias”, su ingreso fue sobre todo “una medida de precaución” y el primer ministro se sometería “a la decisión del equipo médico” en lo que se refiere al tratamiento.
La respuesta llegaba horas después, cuando la decisión de ingresar a Johnson en la UCI revelaba la verdadera seriedad de su estado. Una vez confirmado que el primer ministro había dado positivo, él mismo aseguró que permanecería confinado en Downing Street una semana y que seguiría dirigiendo desde allí la tarea del Gobierno. Ese mismo día, su ministro de Sanidad, Matt Hancock, confirmó también que había resultado infectado.