Julian Assange declara como presunta víctima de espionaje

wikileaks

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, compareció este viernes por videoconferencia ante un alto tribunal de Madrid que estudia una demanda suya contra una compañía española de seguridad, la cual presuntamente espió sus comunicaciones cuando se encontraba asilado en la embajada ecuatoriana en Londres.

Assange, detenido desde abril en un penal de alta seguridad en Reino Unido, declaró ante la Audiencia Nacional de Madrid. Lo hizo por videoconferencia desde el tribunal londinense de Westminster, según sus abogados.

La Audiencia Nacional investiga si la firma privada española Undercover Global Ltd, responsable entre 2015 y 2018 de la seguridad de la embajada ecuatoriana en Londres, interceptó las comunicaciones de Assange y las transmitió a las autoridades de Estados Unidos.

 

El caso puede reforzar a Assange en su batalla para evitar ser extraditado a Estados Unidos, cuyo departamento de Justicia quiere juzgarlo por filtrar cientos de miles de documentos militares y diplomáticos confidenciales en 2010.

 

"Con las evidencias que hay ya en la causa, consideramos que evidentemente se debe desarticular ya el proceso de extradición abierto contra él, porque no existe ningún tipo de garantías en Estados Unidos", declaró a la prensa en Madrid su abogado en España, Aitor Martínez.

Según había indicado previamente su equipo legal, Assange habría sufrido una "injerencia masiva" por parte de las autoridades estadounidenses, "violentando, entre otros derechos, sus comunicaciones profesionales con abogados".

De esta forma, prosiguen sus abogados, "la información recabada por esta empresa, presuntamente a través de cámaras de vídeo que registraban audio, micrófonos escondidos, copias de documentos de identidad, apertura de dispositivos electrónicos y teléfonos de las visitas (…) habría terminado en manos de la inteligencia de Estados Unidos".

"Él ha confirmado que desconocía absolutamente que las cámaras grabaran audio, que se hubieran introducido micrófonos ocultos en las bases de PVC de los extintores" de la embajada, detalló Martínez.

Por tanto, Assange "ha confirmado que ha sido un sujeto absolutamente pasivo de una intromisión ilegítima que habría sido eventualmente coordinada por Estados Unidos", añadió el abogado, señalando que su cliente se encontraba "muy cansado", por encontrarse "en un estado muy sensible de salud".

Los abogados del australiano creen además que hay "ingentes evidencias" para apoyar la denuncia, "provenientes del propio material de la empresa, así como de los testimonios de los testigos protegidos en el marco de la causa, extrabajadores de la empresa" Undercover Global, con sede en Jerez, en el sur de España.

Vista de extradición a EEUU en febrero

Assange se refugió en la embajada de Ecuador en Londres en 2012, para evitar una posible extradición a Suecia en un caso por violación, finalmente abandonado por la fiscalía sueca el mes pasado.

El informático gozó durante casi siete años de asilo en la legación diplomática, pero el gobierno de Lenín Moreno le retiró este estatus, por lo que en abril fue detenido por Scotland Yard.

Actualmente sirve 50 semanas de reclusión en una cárcel de Londres, por violar las condiciones de su libertad provisional cuando se refugió en la embajada.

La batalla de fondo de Assange es evitar una extradición a Estados Unidos, donde pesan contra él 18 cargos, relativos a espionaje, principalmente, por el filtrado masivo de documentos militares y diplomáticos confidenciales por parte de WikiLeaks.

El 25 de febrero próximo arrancará en Reino Unido la vista de extradición a Estados Unidos, que según su abogado Aitor Martínez "puede durar entre tres, cuatro o hasta cinco semanas".

La declaración de Assange como testigo este viernes se produjo a pedido de la Audiencia Nacional, que investiga tanto a Undercover Global como a su gerente, David Morales Guillén, detenido en septiembre y luego puesto en libertad provisional, con prohibición de salir de España, informó AFP.