Francia arribó este lunes 9 de diciembre a su quinto día de protestas y huelga de los trabajadores del transporte contra la Reforma de Pensiones impulsada por el presidente de esa nación europea, Emmanuel Macron, quien prevé llevar a cabo esta modificación del sistema de pensionados.
Las principales arterias de París, capital de Francia, amanecieron con bloqueos en su vialidad y el cierre de determinadas estaciones de trenes y demás extensiones del transporte público.
Medios locales informaron que al menos 522 kilómetros de vialidad habían sido bloqueados desde tempranas horas de la mañana, además de la inoperatividad de 15 estaciones del metro parisino y el súbito bloqueo de 25 depósitos de autobuses.
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La Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF) tomó la determinación de reducir las operaciones de sus trenes de alta velocidad en un 85 por ciento de su capacidad.
Así lo anunció la directora de la empresa ferroviaria, SNCF, Agnès Ogier, quien llamó a la colectividad a evitar usar el transporte ferroviario, el cual ya se encontraba con fuerte retraso y una importante saturación por la cantidad de usuarios en espera.
La convocatoria del pasado jueves 5 de diciembre logró el apoyo en las calles. Al menos 800.000 participaron en las manifestaciones contra las modificaciones que se pretenden ejecutar al sistema de pensiones francés, informo teleSur.
Preocupación en el comercio
La prolongación de la huelga inquieta a los comerciantes, que hasta aquí habían previsto un impacto moderado, pero que ahora temen un agravamiento con bloqueos de vías y escasez de combustibles en plenas fiestas de diciembre.
El primer día del paro ya provocó una caída promedio de 30% en las ventas, según la Alianza de Comercio, que representa a 27.000 supermercados y tiendas de ropa y calzado con casi 200.000 trabajadores.
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Esa patronal manifestó su preocupación por los efectos que la prolongación de las medidas de protesta –en especial en el transporte— pueden tener sobre el comercio minorista.
Ese sector viene sufriendo desde hace un año los efectos de las protestas cada sábado –con manifestaciones y cortes de carreteras– de los "chalecos amarillos" que critican los planes económicos del gobierno.
"Un segundo golpe en 2019 puede ser mortal para muchos" pequeños y medianos comercios barriales, advirtió el viernes Alain Griset, presidente de la Unión de Empresas de Proximidad.
El turismo también se ha visto afectado por la movilización. La Unión de actividades hoteleras constataron en la región parisina una caída de 30 a 40% en las reservaciones en el primer día de huelga.