El reconocido pintor español Alfredo Rodríguez Labajjo Grandío, conocido por algunos especialistas como el 'Picasso gallego', fue hallado muerto y presuntamente mutilado por sus perros este lunes en su casa de Galicia, luego de que la Policía local irrumpiera en su hogar tras recibir una denuncia por su desaparición.
Según indican medios españoles, el cuerpo del artista, de 80 años, fue encontrado con abundantes heridas y la falta de un brazo, dado el supuesto ataque que recibió por parte de sus canes, entre ellos perros loberos de gran tamaño.
El reporte de su desaparición fue alertado por un taxista cercano a Grandío y que frecuentaba su casa para recogerlo en sus traslados diarios, dado que el pintor acarreaba inconvenientes en su movilidad. El chofer, tras veinte días sin tener noticias del 'Picasso gallego', acudió a las autoridades, quienes decidieron acercarse hasta su domicilio para contrastar el hecho y en donde finalmente hallaron la espantosa escena.
Te puede interesar: Amenazan a joven que se comió su caballo y compartió foto en Facebook
Según el testimonio de vecinos del fallecido, no veían salir mucho al pintor de su hogar, quien se mostraba como una persona con escaso trato social, lo que explicaría por qué se demoró tanto en denunciar su ausencia. Además, su vivienda se encontraba a 400 metros de las casas más cercanas, con lo que los ruidos de un supuesto ataque no podrían oírse.
Este martes el cuerpo de la víctima fue llevado a la morgue para realizar los pertinentes análisis, a fin de identificar la causa real de su deceso. Entre alguna de las conjeturas iniciales, dada la edad de Labajjo, se baraja la posibilidad de que haya sufrido un infarto.
Su carrera
Sus inicios en la pintura se remontan a 1951, tras asistir a clase con el pintor vilalbés Antonio Ínsua Bermúdez, profesor de pintura y dibujo. Acabada la carrera de Ingeniería Técnica Industrial, comenzó a pintar junto a su primo Tino Grandío. Durante los años 1962 y 1963 aprendió del catedrático y maestro, Pedro Mozos, el cual intentó que ingresara en la Escuela Superior de Bellas Artes. Este le puso a su disposición un aula, le proporcionó telas, pinceles, pintura y modelos durante un año pero Labajjo se saltaba las normas y los cánones establecidos. Pintaba lo que quería y cuando quería.