La policía noruega confirmó este martes las motivaciones racistas de Philip Manshaus, autor de disparos en una mezquita a principios de agosto cerca de Oslo, estableciendo que también había matado a su hermanastra por ser de origen chino.
Manshaus, de 22 años, fue detenido el 10 de agosto después de abrir fuego en el centro islámico Al Noor de Baerum, un suburbio residencial de Oslo, sin que se produjeran heridos graves.
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El cuerpo de su hermanastra, de 17 años, de origen asiático fue hallado más tarde en su domicilio. Johanne Zhangjia Ihle Hansen, que fue adoptada por la esposa del padre de Manshaus, fue asesinada de 4 balazos, según un comunicado de la policía noruega.
Las explicaciones del sospechoso y las constataciones técnicas "corroboran la versión de que fue ejecutada por ser considerada por el asesino como alguien de una raza inferior", explicó un oficial de policía, Pal Fredrik Hjort Kraby, a la televisión.
Hasta ahora, la policía dudaba entre dos pistas, la de un crimen racista y la de que Johanne Zhangjia Ihle Hansen podría haber sido asesinada intentando oponerse a los planes de su hermanastro.
Manshaus, que está en prisión preventiva a la espera de su inculpación formal, reconoce los hechos, pero rechaza los cargos de "acto terrorista" y "homicidio" que se le imputan.
El 9 de septiembre, durante una audiencia en el tribunal dedicada a la prolongación de su detención, hizo un saludo nazi ante la prensa.
Extremista
Según han publicado medios noruegos con anterioridad, en los interrogatorios el joven ultra confesó que su intención era matar a “tanta gente como fuese posible”.
Manshaus llevaba una cámara en el casco con la que grabó el ataque, a imitación del autor de los recientes ataques contra dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, en los que murieron 49 personas, y a quien elogió expresamente en las redes sociales, al igual que a otros líderes supremacistas.