París, 1 sep (EFE).- El autor del ataque con cuchillo en el que una persona murió y ocho resultaron heridas ayer en Villeurbanne, junto a Lyon (este de Francia) presenta un "estado psicótico con delirios paranoides de temática mística y religiosa", según las primeras evaluaciones psiquiátricas a las que ha sido sometido.
El hombre, un joven afgano de edad todavía no confirmada, aseguró en su primera declaración a la policía que "había escuchado voces que insultaban a Dios y que le ordenaban matar", explicó el fiscal de Lyon, Nicolas Jacquet, en una rueda de prensa.
El agresor también reconoció un fuerte consumo de drogas, especialmente resina de cannabis, antes de cometer los crímenes, lo que confirmaron los análisis de la policía.
Algunos testigos del ataque señalaron que el hombre profirió proclamas religiosas, mientras que otros se refirieron más bien a un comportamiento incoherente y errático, explicó el fiscal.
El hombre no tenía antecedentes judiciales y tampoco era investigado por su posible radicalización, dijo Jacquet, quien agregó que la Fiscalía Nacional Antiterrorista no ha asumido la investigación de lo sucedido, lo que aleja la hipótesis de un atentado yihadista.
Pese a que tampoco tiene antecedentes psiquiátricos, el experto médico que lo reconoció hoy manifestó que el hombre presenta un "estado psicótico con delirios paranoides de temática múltiple, incluido el misticismo y la religión".
La policía ha recuperado las dos armas que supuestamente utilizó en el ataque, un cuchillo de barbacoa con una hoja de 9 centímetros y otro cuchillo con hoja de 20 centímetros que estaba en un vehículo cercano.
También se está analizando el teléfono del autor del ataque, y se ha registrado su domicilio, en un albergue, para buscar nuevos datos sobre su motivación, aunque hasta el momento no se ha encontrado ningún elemento de radicalización, señaló el fiscal.
La Fiscalía confirmó que el hombre asesinado ayer en el ataque, que comenzó a las 16.25 hora local (14.25 GMT), es un joven de 19 años, e informó de que solo dos de los ocho heridos permanecen en el hospital y que sus vidas no corren peligro.
El agresor entró por primera vez en Francia en 2009, siendo aún menor de edad, y posteriormente pasó por Italia, Alemania y Noruega, para volver a Francia a finales de 2016, donde ahora mismo disfrutaba de un permiso de residencia temporal.
El partido de ultraderecha Agrupación Nacional (AN) ha criticado al Gobierno por su política "laxa" hacia los inmigrantes y demandantes de asilo, lo que ha sido denunciado como una instrumentalización del crimen por parte del Ejecutivo.
"¡La ingenuidad y el laxismo de nuestra política migratoria amenazan gravemente la seguridad nacional!", escribió en Twitter la presidenta de la AN, Marine Le Pen.