Mação (Portugal) (AFP) – Los bomberos anunciaron el lunes que habían contenido "al 90%" un incendio activo desde el sábado en el centro de Portugal, pero temen que las llamas se reaviven en este región donde los fuegos causaron un centenar de muertos en 2017.
El incendio más preocupante fue "controlado al 90%", indicó durante una rueda de prensa el comandante Pedro Nunes, portavoz de los servicios de protección civil.
En el distrito de Castelo Branco, más de 1.200 bomberos y cinco aeronaves estaban movilizados para extinguir las llamas aún activas en "un perímetro de 10%" de la superficie dañada, en "zonas de difícil acceso", explicó el responsable de los servicios de rescate.
"Vamos a tener una jornada difícil. El viento fue el principal motor de este incendio", indicó el responsable de protección civil. Los vientos alcanzarán hasta 35 kilómetros por hora por la tarde y las temperaturas los 39 ºC, según las previsiones meteorológicas.
Siete regiones del centro y del sur del país fueron declaradas el lunes en alerta elevada por incendios.
Los incendios forestales se declararon el sábado por la tarde en tres frentes en zonas de difícil acceso de la región de Castelo Branco, a 200 kilómetros al norte de Lisboa. La madrugada del domingo, varias aldeas fueron evacuadas por precaución.
El domingo, el trabajo de los bomberos se complicó por las rachas de viento cambiantes que provocaron que las llamas renacieran varias veces, cuando inicialmente esperaban lograr contener los últimos de los tres siniestros durante el día.
Más de 800 bomberos trabajan para contener un gran incendio descontrolado en el centro de Portugal. Hay al menos 20 heridos y el Gobierno investiga las "extrañas circunstancias" de la aparición de los fuegos, "cinco de ellos con solo minutos de diferencia" https://t.co/WY6WdRM8w5 pic.twitter.com/ik0c75whAc
— Europa Press (@europapress) July 21, 2019
"El terror volvió"
El objetivo el lunes es "reducir la reactivación de los incendios", subrayó el portavoz de la protección civil.
Los fuegos dejaron hasta el momento 31 afectados (heridos, quemados o intoxicados por humo), entre ellos ocho bomberos.
El presidente Marcelo Rebelo de Sousa, que visitó a un herido grave que había sido trasladado a un hospital de Lisboa, expresó "su solidaridad" con los bomberos y la población afectada.
"Desgraciadamente el terror volvió […]. ¡Estamos hartos!", lanzó Ricardo Aires, alcalde de Vila de Rei, uno de los pueblos perjudicados por los incendios.
La policía judicial abrió una investigación para determinar las circunstancias de estos fuegos forestales. "¿Cómo puede ser que cinco fuegos de dimensiones significativas hayan empezado en lugares tan cercanos?", se preguntó el ministro del Interior, Eduardo Cabrita.
Un presunto responsable, un hombre de 55 años, fue detenido el domingo, anunció la policía judicial. Es sospechoso de haber iniciado el fuego cerca de Castelo Branco, aunque visiblemente no está vinculado con los grandes incendios que se declararon el sábado.
"La prioridad es combatir los incendios forestales.[…] Después ya habrá tiempo de hacer el balance y aprender la lección", dijo el jefe del Estado el domingo por la noche, y precisó que se desplazaría a las localidades afectadas después de "la conclusión de las operaciones" de extinción.