Chalecos amarillos amenazan con desobediencia civil en Francia

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Después de siete meses de protestas en las principales ciudades de Francia, en contra de las políticas liberales del gobierno del presidente Emmanuel Macron, chalecos amarillos anunciaron la reestructuración de su movimiento para crear "un poderoso cuerpo de protesta colectiva".

Mientras que chalecos amarillos están este sábado en las calles para cumplir 32 semanas de movilización consecutiva, varias figuras emblemáticas del movimiento presentaron un programa para las acciones que tomarán en los próximos meses.

 

En Twitter, Priscillia Ludosky, Jerome Rodrigues y Maxime Nicolle, entre otros líderes, han realizado una revisión pormenorizada del movimiento desde que iniciaron las protestas en noviembre pasado.

 

También destacaron que el movimiento permitió visibilizar "las disfunciones de nuestra sociedad, que son bien conocidas y denunciadas desde hace años". 

"Durante meses hemos protestado, nos reunimos con funcionarios electos, lanzamos peticiones", recuerdan los autores del texto, quienes denuncian haber sido "burlados, ignorados, caricaturizados y censurados". 

 

Siete meses después del comienzo de las manifestaciones, decidieron dar un nuevo aliento a su movimiento al crear "una base común, un poderoso órgano de protesta colectiva que no podrá ser ingerido y defenderá los intereses de los ciudadanos y los bienes comunes a todos". 

 

"Ante una élite política que tiene permitido vender bienes públicos como ADP (Aeropuertos de París), debemos reaccionar y oponernos con todas nuestras fuerzas", enfatizaron las figuras emblemáticas de los chalecos amarillos.

También prometieron "continuar", "ya sea en el contexto del movimiento de chalecos amarillos o en el contexto de acciones de desobediencia civil iniciadas por las asociaciones de protección ambiental". 

Ultimátum

Decididos a luchar hasta el final, los chalecos amarillos advierten que si el 17 de noviembre de 2019 siguen "sin respuesta política", liderarán "17 acciones de desobediencia civil contra el CAC40 (índice de referencia de la bolsa de valores de París)" –  una alusión a las corporaciones más poderosas del país.

Al recordar las principales reivindicaciones de "chalecos amarillos", prometieron la creación de  sus "propios órganos de control de ciudadanos", sus  "propios medios de comunicación", sus "propios circuitos de suministro de alimentos" o sus  "propias instituciones de ahorro ético". 

 

Los chalecos amarillos ya habían tratado de estructurarse, especialmente al crear un movimiento político para las elecciones del Parlamento europeo que está lejos de haber seducido a los votantes ya que la lista liderada por Christophe Chalençon solo obtuvo el 0.1 por ciento de los votos el 26 de mayo. 

El movimiento está realizando bloqueos pacíficos cerca del centro de la capital francesa como un giro en la táctica del movimiento, que ha empezado a perder fuerzas en varias ciudades francesas desde noviembre pasado. La semana pasada participaron 7.000 personas, informó Telesur.