El joven acusado de intentar asesinar a su expareja, una chica de 14 años, a la que abandonó agonizando en una casa en construcción de Granada, España, tras asestarle 26 puñaladas, ha reconocido los hechos por los que se enfrenta a 54 años de cárcel aunque ha dicho que solo quería “darle un susto”.
El procesado por media docena de delitos, Cristóbal C.A., que ahora tiene 29 años, admitió los hechos durante la primera sesión del juicio que se celebra desde este jueves en la Audiencia de Granada.
Los hechos se remontan al 29 de agosto del 2017 cuando el acusado quedó en el barrio granadino de Cerrillo de Maracena con la víctima, con la que había mantenido una relación sentimental pese a que ella era menor de edad y a la oposición de la madre de la chica, que denunció al acusado y logró una orden de alejamiento de la niña como medida cautelar.
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Sin embargo, el hombre se citó con la menor, la introdujo en la vivienda en obras para retomar su relación y, ante una negativa, la golpeó y le asestó 26 puñaladas con una navaja de ocho centímetros. Cristóbal reconoció los hechos a preguntas de la Fiscalía, y en casi medio centenar de cuestiones contestó con un escueto sí.
Con esta fórmula,admitió que conoció a la víctima por internet; que al principio la engañó sobre su edad y la fijó en 17 años y después en 20; que le pidió fotos de contenido sexual
Cristóbal asestó 26 puñaladas a la chica con la que mantenía una relación y quiso dejarle. Ella tenía 14 años. Se enfrenta a 39 años de cárcel. Ocurrió en #Granada en verano de 2017. Lo contamos a las 15 horas en @informativost5 pic.twitter.com/vFeJ34y3Il
— ?????????? (@ManuTorresTV) May 30, 2019
En el juicio aseguró que no recuerda el número de veces que la apuñaló y apuntó que, pese a ser consciente del riesgo de poder matarla, su intención era “darle un susto”. El hombre narró que dejó de asestarle puñaladas cuando la creyó muerta y que se marchó entonces a su casa sin avisar a nadie.
La niña, que declaró desde otra sala aferrada a la mano de su madre, explicó que después de ser amigos fueron pareja, que mantuvieron relaciones sexuales y que el acusado la introdujo en el escenario de los hechos a la fuerza para seguir la relación. “Me quitó el pantalón, lo rajó, me dijo que me iba a dejar embarazada y me apuñaló”, recordó la víctima, que dijo que fue rescatada a la mañana siguiente por unos vecinos.
La Fiscalía calificó los hechos como un asesinato en grado de tentativa, dos delitos de abuso sexual, un quebrantamiento de la medida de alejamiento continuado, otro de contacto con una menor de 16 años por internet con fines sexuales y otro por embaucarla, delitos por los que solicitó una pena de 54 años de prisión.
El abogado que ejerce la acusación particular en nombre de la madre, Javier López García de la Serrana, ha adelantado que modificarán la petición de penas por un acuerdo tácito entre las partes a 39 años y medio, una indemnización de más de 836.000 euros y la prohibición de acercarse a menos de un kilómetro de la menor durante 50 años. El juicio quedará hoy visto para sentencia tras las periciales.