La pequeña Noemi, de cuatro años, fue herida por una bala perdida en un tiroteo en el centro de Nápoles (sur) y permanece hospitalizada en estado crítico, un suceso atribuido a la criminalidad organizada que ha conmocionado a la ciudad y al país.
El hospital Santobono de Nápoles informó hoy de que la niña está “estable pero grave”, en “condiciones críticas”, y la atención se centrará en las próximas horas en la evolución y la vascularización del pulmón izquierdo, el más afectado por el impacto de bala.
La pequeña se encontraba el viernes con su abuela a las puertas de un bar en la plaza Nazionale de Nápoles, cerca de la estación de trenes, cuando recibió un tiro de un sicario que perseguía corriendo a Salvatore Nurcaro, vinculado a una familia de la Camorra.
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El proyectil del calibre 9 impactó en su tórax y atravesó los dos pulmones, por lo que fue operada de urgencia, y ahora está en coma farmacológico con ayuda mecánica para respirar, informan los medios.
Nurcaro, de 32 años, recibió seis impactos de bala de su agresor y se encuentra gravemente herido y hospitalizado.
El suceso ha conmocionado a toda la ciudad, a las puertas del hospital en el que se debate entre la vida y la muerte se reúnen personas que dejan flores y rezan e incluso en un fondo del estadio de fútbol San Paolo se extendió la pancarta “Noemi no te rindas”.
En el lugar de los hechos se congregaron el domingo bajo el grito “Fuerza Noemi” cientos de personas, muchos víctimas colaterales de la Camorra, entre ellos el hijo de un capo mafioso, Antonio Piccirillo, que ha rechazado a su familia.
Al hospital han acudido importantes exponentes políticos como el alcalde de la ciudad, el exmagistrado Luigi De Magistris; el presidente de la Cámara de los Diputados, Roberto Fico, o el ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno, Matteo Salvini.
Pero también se reprocha a las autoridades el nivel de seguridad en las calles napolitanas.
Los investigadores, según los medios, no descartan que la agresión responda a motivos personales, habida cuenta del modo en que manejaba el arma el agresor y su “modus operandi”.