Una mujer fue detenida después de envenenar con burundanga a siete personas para anular su voluntad y robarles importantes sumas de dinero.
La mujer, que estaba siendo investigada por presentar una falsa denuncia por extorsión contra otras dos personas, cayó después de que su última víctima fuera internada en un hospital de León en enero pasado "con riesgo de perder la vida por la intoxicación".
La mujer, una joven de 24 años, atacó tanto a amigos como a familiares. Entre sus víctimas se cuentan así a sus abuelos, indicó el diario El País.
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Los investigadores la describieron como "una chavala (chica) joven cualquiera sin antecedentes de ningún tipo", que decidió pagarse "su coche, su ordenador, su teléfono móvil de última generación" a costa de los demás ya que que ella no trabajaba. Era "una mentirosa compulsiva muy sofisticada", sostuvieron.
La joven tenía siempre un mismo modus operandi: "creaba el pretexto con el que les llevaría al cajero automático del banco pasando siempre a tomar algo por un bar en el que introducía la sustancia tóxica y anulaba su voluntad", indicaron los investigadores.
También gracias a la droga se hacía con el número pin de sus tarjetas o las claves de sus cuentas y sacaba el dinero o se hacía transferencias.
Hasta creaba facturas truchas en la computadora para convencer a sus víctimas de supuestos gastos: "Documentos de Hacienda que había usado para dar pena a sus víctimas y sacarles dinero, facturas de supuestas compras, billetes de avión falsos…".
"A una amiga llegó a convencerla de que había comprado unos billetes a las islas Seychelles por 9.000 euros y falsificó todo: la factura, los billetes, las transferencias bancarias; era muy habilidosa con el photoshop", comentaron los policías.
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Al principio los investigadores buscaban a un hombre, "puesto que habitualmente esta clase de intoxicaciones tienen que ver con agresiones sexuales", pero de a poco "una víctima nos llevó a otra, que en principio no tenían ninguna relación entre sí, y esa última a otra y la única constante era ella: siempre estaba con todos ellos antes de que empezaran a sentir los extraños síntomas de la burundanga, todos daban positivo al análisis de escopolamina".
Tras la detención y puesta a disposición judicial de la investigada, una jueza decretó su ingreso en prisión preventiva y fue imputada por el envenenamiento con "escopolamina/burundanga" de siete víctimas, dos de ellas intoxicadas en dos ocasiones.