El Gobierno portugués decretó hoy tres días de luto nacional por el accidente sufrido por un autobús en Madeira el miércoles, que provocó la muerte de 29 turistas alemanes y dejó 27 heridos.
En un comunicado, el Ejecutivo informó de que aprobó en consejo de ministros declarar tres días de luto a contar desde hoy, "para expresar el pesar y la solidaridad de toda la población nacional con las víctimas y sus familias".
El siniestro se produjo en la localidad de Caniço, cerca de la capital de la isla, Funchal, cuando el autobús de una empresa turística se salió de la carretera y cayó una decena de metros más abajo sobre una vivienda construida en el flanco de una colina.
El accidente, cuyas razones aún se ignoran, provocó la muerte de 28 personas, todos alemanes, en el lugar del accidente, a los que se sumó después el fallecimiento de una mujer de la misma nacionalidad que estaba internada en los cuidados intensivos del Hospital de Funchal. En el accidente murieron 11 hombres y 18 mujeres de nacionalidad alemana, la mayoría de ellos de entre 40 y 50 años.
Según el último parte médico, cuatro de los 27 heridos continúan hoy en cuidados intensivos, ocho en servicios de traumatología y otro internado en cuidados intermedios quirúrgicos, mientras que nueve ya han recibido el alta.
Entre los heridos figuran dos portugueses que, según medios locales, serían el conductor del autobús y la guía turística.
El resto de los heridos, al igual que todas las víctimas mortales, son de nacionalidad alemana, turistas que formaban parte de un grupo que estaba de visita en la isla.
El Instituto de Medicina Legal, encargado de las autopsias, informó de que espera que de aquí al sábado "consigan iniciar los procesos de identificación y la entrega de los cuerpos".
La Fiscalía está investigando las circunstancias del accidente, aunque medios locales citan a testigos que apuntan a un posible problema en los frenos que habría provocado que el autobús en el que viajaban los turistas se saliera de la calzada y se precipitara sobre una vivienda.
Las víctimas estaban alojadas en el hotel Quinta Espléndida, situado en la localidad de Caniço, a pocos metros del lugar del accidente y donde se ha instalado un centro de apoyo para los familiares.
El accidente es el peor que se recuerda en Madeira y ha supuesto toda una conmoción para la sociedad y clase política, que no cesa de transmitir su pésame de Lisboa y Berlín.
El último de ellos procede del ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, quien dijo en Twitter que el siniestro "nos golpea con mucha fuerza". Ya anoche, el primer ministro de Portugal, António Costa, llamó a la canciller alemana, Angela Merkel, para expresarle sus condolencias.
"Fue con profundo pesar que tuve conocimiento del trágico accidente ocurrido en Madeira", lamentó el jefe de gobierno socialista.
"En nombre del gobierno portugués, presento mis más sentidas condolencias a todas las personas afectadas. También ya tuve la ocasión de transmitirle todo mi pesar a la canciller Angela Merkel en estos momentos difíciles", agregó.
Situada a unos 500 kilómetros de la costa de Marruecos, la isla portuguesa de Madeira, conocida como "la perla del Atlántico", atrae cada año, con sus paisajes volcánicos y su clima templado, a miles de turistas extranjeros, la mitad de ellos británicos o alemanes.
El archipiélago, formado por dos islas principales –Madeira y Porto Santo-, cuenta con 270.000 habitantes, de los cuales más de 130.000 viven en Funchal, la capital regional, y cuya costa está totalmente urbanizada con hoteles de lujo y complejos turísticos.