En Bélgica, una neurocirujana fue absuelta de un juicio tras asfixiar a su hija, víctima de cáncer, para no verla sufrir, de acuerdo a su manifestación. Se trata de Mehrnaz Didgar, de 51 años, quien recibió una sentencia suspendida de cinco años por el asesinato de su hija Eline, de 14.
El tribunal de Lovaina, una ciudad situada al este de Bruselas (Bélgica), declaró que no había “circunstancias atenuantes” para señalar que Mehrnaz mató a su hija. Incluso, el juez Peter Hartoch definió este juicio como “el más pesado y difícil" de su carrera.
Steven Pans, exesposo de la doctora y padre de la adolescente, aludió que este fue un “crimen cometido por amor". La pequeña Eline fue golpeada por el cáncer de tiroides a los siete años; tanto ella como su madre estaban gravemente deprimidas.
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Mehrnaz, que trabaja en el hospital de la Universidad de Lovaina, la drogaba para evitarle el dolor de esta enfermedad, según el tribunal. En uno de esos ataques, “la sofocó con una bolsa de plástico sobre la boca y la nariz durante quince minutos".
"Conduje hasta un puente. Quería morir. ¿Por qué esperar que la muerte? Quiero morir ahora”, señaló durante su manifestación. También dijo que nunca quiso casarse o tener hijos.
"Estaba vacía, sin vida. Tomé medicamentos que a menudo suscribí a pacientes. Creé que los dos teníamos que morir, que todo estaba bien, que todas las piezas se juntarían".
Tras conocer la resolución del juez, ella se limitó a decir: "Si pudiera regresar el tiempo, esto nunca hubiera sucedido. Desde el principio, me he visto como un asesino. Puedo sentir el dolor de Steven. Sé lo que esto significa para él".
