El hecho ocurrió en Austria cuando un hombre apuñaló a su enamorada hasta la muerte, luego que esta le dijera que tenía un miembro pequeño.
En medio de la violencia, la mujer le dijo al sujeto, proveniente de Irak, que “no era un hombre de verdad”.
La violencia de género llegó a ella tras proteger a Daba K. de las autoridades de Austria.
La policía de ese país estaba buscando al ciudadano kurdo iraquí por una condena anterior.
La mujer de 50 años escondió a Daban K. en su apartamento, ignorando una orden de deportación que lo enviarían de regreso a Irak desde Austria.
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El hombre de 40 años culpó a su enamorada del asesinato, por burlarse de su masculinidad y de serle infiel.
Según los medios de Austria, el migrante había recibido una orden de deportación que ignoró, lo que significaba que no debería haber estado en el país cuando asesinó a Nagsha R. en el año 2017.
Este martes, el hombre fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua en por un tribunal en la capital austriaca, Viena.
Daban K. dijo en una conversación con el psiquiatra de la corte, Sigrun Rossmanith, que “ella era una mujer muy buena para mí, pero me insultó repetidamente”.
Además de ello, la mujer la había engañado tres veces con otros hombres y que ya no quería tener intimidades con él.
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Durante el caso en Austria, Daban argumentó en el tribunal que había actuado en defensa propia, alegando que su enamorada había agarrado un cuchillo primero y había estado tratando de apuñalarlo.
Vecinos que estuvieron presentes escucharon a la mujer gritar: “ayuda, sálvame, él quiere matarme”.
Más tarde, el acusado se quejó de la severidad de la sentencia, luego de que en el tribunal no hayan creído su versión de los hechos.
