En el Reino Unido, un cartero que murió durante casi media hora volvió milagrosamente a la vida mientras lo llevaban a la morgue.
Los médicos llamaron a Joao Araujo el "Hombre Milagro" después de que se recuperó de manera increíble luego de un paro cardíaco.
Un equipo de médicos dijo que no había una explicación concreta para lo que había sucedido. El hombre pudo abandonar el hospital tres semanas después.
No es la primera vez que Araujo logra escapar de la muerte después de sufrir un accidente devastador que lo dejó con una pérdida de sangre del 90 por ciento, informó Gloucester Live, del Reino Unido.
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Los médicos dijeron que no sobreviviría a la operación, caminaría o movería los brazos de nuevo, pero desafió todas las probabilidades y se recuperó.
El hombre de 38 años ahora compartió su increíble historia, casi diez años después.
El 18 de abril de 2009, el señor Araujo se retiró de la unidad de cuidados intensivos cuando sufrió un paro cardíaco.
Su esposa Grazielle, a quien iba a ir a trabajar, observó con horror cómo sus ojos se movían hacia la parte de atrás de su cabeza y sus manos se apretaban rígidamente mientras iba delante del volante.
La mujer vio que su lengua giraba hacia la parte de atrás de su garganta, ella empujó su teléfono en su boca para evitar que la tragara por completo.
Grazielle salió del auto y logró llamar a una ambulancia con la ayuda de un vecino.
Luego fue trasladado al Hospital Real de Gloucestershire del Reino Unido, donde, después de seis horas, todas las inyecciones e inyecciones se consideraron inútiles y la RCP no había tenido éxito y a las 4 de la tarde declararon muerto a Araujo, por lo que los familiares llamaron a sus padres a Portugal, país de origen, para dar la triste noticia.
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Sin embargo, cuando las enfermeras transportaban su cuerpo de cuidados intensivos hacia la morgue, notaron movimiento en su cuerpo.
Habían pasado 21 minutos antes de que la circulación regresara espontáneamente al corazón de Araujo.
El Dr. Mark Petersen, Jefe de la Unidad de Cardiología, corrió hacia la familia y les contó las buenas noticias. Pero advirtió que, si una persona está muerta por más de cuatro minutos, entonces el cerebro sufrirá un daño permanente, ya que no había oxígeno para acceder al cerebro en ese momento.
El hombre había permanecido en coma durante tres días.
Cuando se despertó, el personal le había acuñado un nuevo apodo: "cuando estaba en el hospital, no tenían una explicación para mi problema, por lo que la gente comenzó a llamarme el "Hombre Milagro".
