Dos años y un día de cárcel por pagar una pizza a domicilio con un billete de mentira. Aunque el acusado aseguró que no sabía que era dinero falso y dijo que el billete se lo había dado su suegro, los jueces no creyeron su versión.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), en España, confirmó la condena de prisión y le impuso además una multa de 350 euros. Le halló culpable de un delito leve de estafa y de otro por tenencia de moneda falsa.
Los hechos ocurrieron en marzo de 2016, en el municipio de Cambre, en La Coruña, Galicia. El procesado llamó a una famosa cadena de restaurantes de la zona, Pizza Móvil.
Pidió la cena, y sobre las 21:00 horas, un repartidor apareció en su puerta con la pizza. Debía pagar € 11.50 (USD 13.07), así que le entregó un billete de € 50 (USD 56.84) que en realidad, era "un papel impreso a color".
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Aunque los jueces concluyeron en su dictamen que se trataba de "una clara imitación", el repartidor del local no se percató de que era falso. Le entregó la pizza a su cliente y también el cambio, € 38.50 (USD 43.77). Después regresó al restaurante en moto para seguir con su jornada de trabajo.
Cuando llegó al establecimiento con el dinero, el dueño supo al instante que tenía entre sus manos dinero falso. Pidió a su empleado que volviera al domicilio y reclamara el pago al cliente.
Pero el acusado no abrió la puerta, ni contestó al empleado, ni pagó la pizza. Así que tuvo que intervenir la Guardia Civil.
Al llegar los agentes, el procesado, según figura en la sentencia, sacó de su cartera 150€ y los lanzó al piso. Los oficiales pudieron comprobar que tres de esos billetes eran falsos, copias idénticas del papel a color con el que trató de pagar su cuenta. Los únicos euros reales que lanzó al aire, se los había entregado minutos antes el repartidor.
"Nadie se deshace de dinero con esa alegría si no es porque es consciente de que lo que posee es moneda falsa" manifestó el tribunal en su sentencia.
Para los magistrados esta acción es prueba concluyente de que el acusado, de 37 años, sabía que su dinero era ilícito. Señalaron que su explicación sobre la procedencia de los billetes era "inverosímil" e "incoherente", y que se trató de una estrategia para blanquear dinero.
Tras el dictamen, el condenado tendrá que cumplir la pena de prisión, al ser esta superior a dos años. En España, los procesados que reciben penas inferiores a este período están exentos de ingresar en la cárcel si no cuentan con antecedentes penales.