Novia intenta matarlo con bomba de insulina y se salva de milagro

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Una mujer empleó una bomba controlada remotamente, la cual insertó en la piel de su novio, quien tiene diabetes tipo 1, para inyectarle una dosis letal de insulina después de una fuerte disputa en el domicilio de ambos en Stoke-on-Trent (Reino Unido), informó el diario The Mirror.

Derek Turner salvó su vida gracias a que oyó el pitido de la bomba de insulina mientras estaba leyendo en la cama. El dispositivo tenía que inyectarle pequeñas cantidades de la hormona durante la noche, pero el aumento drástico de la dosis le alertó.

Al descender de la habitación al salón de la casa, Turner vio a su novia, Laura Hopkin, que, en estado de embriaguez, intentaba ocultar el aparato que le inyectaba la insulina de forma remota vía el sistema de conexión inalámbrica Bluetooth.

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Si bien el hombre se sacó la bomba antes de recibir la dosis completa, Hopkin había logrado inyectarle dos dosis de 10 unidades y una dosis de 4,5 unidades de insulina. El máximo que alguna vez se puso fueron 18 unidades y solo después de haber comido mucho.

Turner pasó la noche en el hospital hasta que sus niveles de insulina volvieron a la normalidad. El episodio pudo haber tener consecuencias catastróficas. Según las palabras de la víctima, si hubiera estado dormido cuando su novia le 'mandó' la dosis de insulina habría podido entrar en coma y morir.

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El suceso tuvo lugar en agosto de 2017. El mes pasado Hopkin fue condenada a nueve meses en libertad condicional, una vez el propio Turner le pidiera al juez que la absolviera por el bien de su hija. "Mi prioridad es nuestra hija", aseguró el británico.

Hasta el día del juicio la acusada se declaraba no culpable y aseguraba que Turner se inyectó la insulina él mismo. Sin embargo, en el juicio se derrumbó y confesó haber sido la ejecutora de la idea, aunque asegurando no haber querido hacerle daño. La pareja rompió, vive separada desde entonces.