Una enorme mancha de hidrocarburos de unos diez kilómetros de largo por uno de ancho se acerca hacia las costas francesas tras el naufragio del buque italiano 'Grande America', que se hundió frente a La Rochelle.
"Hay un riesgo, hay que hacer todo los posible para reducirlo y reducir el impacto de la contaminación de nuestras costas", indicó este jueves el ministro de la Transición Ecológica, François de Rugy, en declaraciones al canal BFMTV.
Las autoridades ordenaron la movilización desde Brest (noroeste) del buque 'BSAA Argonaute', especializado en la lucha contra la contaminación que debería llegar hoy a la zona, a unos 200 kilómetros de las costas francesas.
El gobierno de Emmanuel Macron también pidió medios para luchar contra la contaminación a la Agencia Europea de Seguridad Marítima (AESM).
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"Según nuestras previsiones, algunos fragmentos podrían llegar a zonas de Nouvelle-Aquitaine [oeste y suroeste de Francia] el domingo o el lunes", dijo de Rugy.
El miércoles el prefecto marítimo del Atlántico, el vicealmirante de escuadra Jean-Louis Lozier, indicó que el 'Grande America', propiedad de Grimaldi Group, transportaba 365 contenedores, 45 de ellos con materias peligrosas -un centenar de toneladas de ácido clorhídrico y unas 70 toneladas de ácido sulfúrico- así como unos 2.000 vehículos.
Sin embargo, según Lozier, el principal peligro son las 2.200 toneladas de fueloil que había en el barco. Sobre los productos químicos, afirmó que "la disolución en el espacio oceánico no implicaría consecuencias graves para el medio ambiente", y explicó que es probable que gran parte de estos productos ya se haya quemado en el incendio del buque.
El 'Grande America', un portacontenedores de 214 metros de eslora, venía de Hamburgo (Alemania) y se dirigía a Casablanca (Marruecos) cuando el domingo se declaró el incendio. Las 27 personas a bordo fueron rescatadas el lunes y el buque se hundió el martes por la tarde. Cayó a 4.600 metros de profundidad, lo que podría complicar las operaciones de bombeo.