Según fotos publicadas por la compañía dueña de la central nuclear de Ayrshire, se han encontrado grietas en los ladrillos de grafito que componen el núcleo del reactor.
Se trata del reactor número 3 de la central, que ha dejado de producir electricidad desde que se descubrió que las grietas se estaban formando a una velocidad alarmante.
Alrededor de 370 fracturas pequeñas se han descubierto en alrededor 1 de cada 10 ladrillos del núcleo. Se han parado las labores de producción, y la compañía se ha puesto en contacto con la Oficina de Regulación Nuclear para reiniciar el reactor.
El primer paso es demostrar que aún son capaces de apagar el reactor nuclear sin incidencias, que a pesar de no haber producido energía durante más de un año, sigue activo. A pesar de todo, los vecinos de la zona no han recibido ningún tipo de aviso (no como los de Hawái), reporta Computer Hoy
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Los ladrillos de grafito forman canales verticales a lo largo del reactor nuclear, sirviendo como almacenaje y contención del combustible que requieren los núcleos para funcionar, y es precisamente aquí donde se localizan las grietas. Junto a ellas se sitúan unos canales más estrechos que pueden (en caso de emergencia) ser cerrados con válvulas de emergencia. Estas "válvulas" con unos listones que cierran los canales estrechos, contrarrestando la reacción nuclear.
Los test y los simulacros llevados a cabo parecen asegurar que ni siquiera un terremoto sería capaz de interrumpir el flujo de los listones para impedir que se apagase el núcleo del reactor.
Según Colin Weir, Director de la central "La seguridad nuclear es nuestra prioridad más importante, y el reactor 3 lleva parado más de un año para que podamos realizar inspecciones concienzudas".
"Hemos llevado a cabo una de las campañas de inspección más grandes de la historia en este reactor. Hemos renovado nuestros simulacros y modelaje. Hemos hecho experimentos y test y hemos analizado todos los datos extraídos, cuyas conclusiones ahora enviaremos a la ONR".
"Tenemos que demostrar que el reactor siempre se apagará sin problemas. Incluso en caso de una evento sísmico extremo". Unas declaraciones muy tranquilizadoras si tenemos en cuenta que nunca hemos estado tan cerca de un apocalipsis nuclear.
Según la normativa, el máximo de grietas permitidas en un reactor son 350, y las alarmas saltaron porque este número había sido superado con facilidad. Por eso, ahora el objetivo de EDF es volver a iniciar el reactor, cambiando el límite de grietas de 350 a 700.