Si eres una de esas madres o padres que se la pasan en casa pegados al teléfono celular, ya sea revisando las redes sociales o haciendo llamadas, quizá esto sea una llamada de alerta para que estes más al tanto de tus hijos.
Según El Diario NY, una bebé de tan solo 13 meses de edad perdió la vida por un gran descuido propiciado por la adicción al smartphone, la menor murió ahogada.
Una mujer inglesa llamada Sarah Elizabeth Morris está siendo juzgada en una corte, luego de que una de sus mellizos de apenas un año llamada Rosie muriera ahogada en la bañera, pues la mamá la desatendió por pasar 50 minutos hablando por el teléfono celular con una amiga.
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Ante el juez, Sarah explicó que mientras metió a bañar a sus hijos, sí estuvo hablando con su amiga y socia, Sarah Swindles por casi una hora, pero que constantemente se dio vueltas al baño y que dejó la puerta abierta; sin embargo, no escuchó nada raro.
Luego de colgar, la madre ingresó al baño y se dio cuenta que la niña se encontraba bajo el agua, por lo que de inmediato la sacó de la bañera y se puso en contacto con otra amiga para pedirle ayuda, ya que su bebé no respiraba. La mujer le dio consejos para practicar CRP, pero no funcionó, por lo que le recomendó llamar a la policía para pedir auxilio.
Pero Sarah no hizo esto; salió de su casa, con la niña en brazos, gritando y pidiendo ayuda. Una de sus vecinas la auxilió, llamaron a una ambulancia y esta llegó a los pocos minutos para trasladar a Rosie a un hospital, en donde finalmente fue declarada muerta.
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El problema es que Morris está acusada de homicidio y maltrato infantil, lo que ella niega; sin embargo, le mintió a los doctores pues les aseguró que había dejado solos a los niños en el baño por 5 minutos, aunque ante el juez aceptó que estuvo en varios sitios de la casa y que nunca se percató que estuviera ocurriendo una tragedia en su baño.
La madre deberá esperar a que el juez dicte sentencia para saber si quedará libre o deberá pagar una condena en prisión.