El nuncio apostólico en Francia recibe una segunda denuncia de abuso

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París, 18 feb (EFE).- El nuncio apostólico en Francia, Luigi Ventura, investigado ya por una presunta agresión sexual contra un trabajador municipal de París, fue denunciado este lunes por otro empleado de la Alcaldía por hechos similares, indicó el diario "Le Monde".

Según el vespertino, los hechos sucedieron a mediados de enero de 2018 también en el ayuntamiento parisino y durante la tradicional recepción que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ofrece al cuerpo diplomático con motivo del año nuevo.

La presunta víctima, Benjamin G., de 39 años de edad, indicó al diario que, en plena ceremonia, el nuncio le tocó el culo y después le sonrió, "como si fuera algo normal".

El afectado presentó este lunes su denuncia y compareció ante la Policía Judicial.

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Fuentes judiciales indicaron a Efe que no van a hacer ningún comentario sobre esa información porque hay una investigación preliminar en marcha.

Las pesquisas fueron abiertas el pasado 24 de enero, después de que la Alcaldía transmitiera a la Fiscalía los hechos relatados por la primera persona que denunció tocamientos del religioso durante esa misma ceremonia, en su caso en la celebrada un año después, el día 17.

En ese acto, el nuncio vaticano suele tener un papel especial en su condición de decano del cuerpo diplomático en Francia.

Tradicionalmente pronunciaba un discurso, pero con la llegada de Hidalgo al cargo se limitó a tener la posibilidad de acompañar a la regidora hasta el estrado.

"Le Monde" indicó el pasado 15 de febrero que esa primera supuesta agresión tuvo lugar antes de la recepción.

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El Ayuntamiento de París puso en conocimiento de la Fiscalía los hechos seis días más tarde y, al día siguiente, el fiscal de París, Rémy Heitz, ordenó la apertura de una investigación.

Doctor en Letras Modernas y licenciado en Derecho Canónico, Ventura, de 74 años, entró en el servicio diplomático vaticano en 1978 y fue nuncio apostólico en Costa de Marfil, Burkina Faso o Níger, antes de ser enviado en 1999 a Chile, puesto que ocupó dos años, antes de partir a Canadá.

En 2009 fue enviado por el papa Benedicto XVI a París en sustitución de Fortunato Baldelli, nombrado para un puesto en Roma.