Barcelona (España), 12 feb (EFE).- Los obispos de la región española de Cataluña pidieron "perdón" hoy por los abusos con menores cometidos por religiosos, por los que sienten "vergüenza y dolor", y se comprometieron a esclarecerlos, a eliminar cualquier tipo de tolerancia o encubrimiento y a ayudar a las víctimas.
Los prelados condenaron "rotundamente" los abusos " y la cultura que los fomenta o justifica", porque consideran que "son un grave problema" que afecta a toda la sociedad.
Y la Iglesia, como parte de la sociedad, "también se ve afectada", dijeron en un comunicado conjunto emitido por los obispos tras una reunión.
"Pedimos perdón a las víctimas y nos solidarizamos con su dolorIglesia", según la nota episcopal.
El comunicado se difunde pocos días después de aparecer nuevos casos de abusos presuntamente cometidos por sacerdotes de tres localidades de las provincias catalanas de Tarragona, Lérida y Gerona, y por un monje del conocido monasterio benedictino de Montserrat (Barcelona).
Todos los obispos de las diócesis catalanas se comprometieron a actuar "con determinación" para proteger a los niños y los adultos vulnerables, eliminar todo tipo de tolerancia o encubrimiento y erradicar la cultura del abuso sexual, económico, de poder y de conciencia.
Asimismo, se conjuraron para tomar "rigurosas medidas de prevención, que impidan su repetición, a partir de la formación de aquellos a quienes les serán confiadas misiones de responsabilidad y educativas".
Los obispos también consideran "justo" valorar "la dedicación generosa y madura" de tantos sacerdotes y religiosos educadores en las escuelas y el espacios de tiempo libre, por lo que piden que no haya "sombra de sospechas generalizadas" y defienden el derecho de toda persona a la presunción de inocencia.
Los responsables de las diez diócesis catalanas reiteraron su "firme compromiso con el cumplimiento de la legislación vigente, canónica y civil".
Recordaron que hay que poner en conocimiento del Ministerio Fiscal los hechos que pudieran constituir delito contra la libertad e indemnidad sexual e instaron a las víctimas a que denuncien los hechos ante las autoridades civiles.
La Conferencia Episcopal Española admitió en noviembre pasado que la Iglesia católica ha guardado durante años un "silencio cómplice" ante los casos de pederastia en su seno, que enmarcó en un contexto de "inacción de toda la sociedad española" frente a este delito.
El Ministerio español de Justicia pidió el jueves a la Iglesia toda la información de que disponga sobre investigaciones internas y procedimientos abiertos por denuncias de abusos y agresiones sexuales.