Enfrentamiento entre «chalecos amarillos» y policía francesa deja a un manifestante sin mano

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Los "chalecos amarillos" volvieron este sábado a manifestarse en las calles de Francia en el que es el décimo tercer sábado de movilización, casi tres meses después del inicio de las protestas, tras haber reunido en su última concentración nacional a 58.600 personas en el país. Hubo choques con la policía en horas del mediodía local y un manifestante perdió una mano.

Desde una primera marcha el 17 de noviembre en la que participaron 287.710 personas, el movimiento se ha transformado y ahora pone a prueba su resistencia dividido entre los que buscan tomar una forma política y los más radicales, que dirigen sus críticas al presidente, Emmanuel Macron.

Este sábado, hubo protestas convocadas en las principales ciudades del país, empezando por París, donde los "chalecos" se han dado cita por la mañana en torno al Arco del Triunfo.

El cortejo recorrió los Campos Elíseos y pasó por delante del Ministerio de Asuntos Exteriores, la Asamblea Nacional, el Senado y la sede de la patronal. Terminará por la tarde en los Campos de Marte, frente a la Torre Eiffel.

En otras ciudades como Burdeos, Marsella, Niza, Montpellier, Rouen o Caen hay convocatorias a lo largo de toda la jornada, algunas de ellas con críticas a la ley que la Asamblea Nacional aprobó esta semana en primera lectura y que busca controlar los desbordamientos de violentos en el margen de las manifestaciones.

En Montpellier, el grupo de "chalecos amarillos" en Facebook ha convocado una concentración para denunciar el texto, conocido popularmente como ley antialborotadores, que consideran "liberticida", y se reunirán llevando máscaras o bufandas para cubrir el resto, como gesto de protesta.

Otros grupos han insistido en denunciar la represión policial después de que hace dos semanas una de las caras más conocidas del movimiento, Jérôme Rodrigues, tuviera que ser hospitalizado tras recibir en el ojo un proyectil supuestamente lanzado por los antidisturbios.

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Entre tanto, y mientras los más radicales rechazan cualquier forma de representación política, los sectores más moderados siguen buscando la forma de organizarse de cara a las elecciones europeas del mes de mayo.

Al menos cuatro grupos que se reivindican como "chalecos amarillos" han manifestado su intención de constituirse en partido.

Éric Drouet, el rostro más visible de los radicales, se ha apresurado en descalificarlos al estimar que no representan al movimiento.

"Tienen toda la libertad a presentarse a título personal, pero no con el nombre de los 'chalecos amarillos', por eso les hemos pedido que retiren esa denominación", comentó a EFE el camionero de 33 años.

La promotora de una de estas listas para las próximas europeas, Ingrid Levavasseur, se reunió esta semana en Italia con el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Luigi Di Maio, que tantea una posible alianza.

El acercamiento ha provocado una crisis diplomática entre Francia e Italia que promete agravarse si Roma insiste en pronunciarse a favor de este movimiento, que ha obligado a Macron a salir del Elíseo y tratar de reconquistar al país en una serie de debates nacionales.

De momento, y según la última encuesta de YouGov difundida este jueves, dos de cada tres franceses siguen apoyando a los "amarillos" y opinan que la movilización, a favor de un mejora del poder adquisitivo y las reformas para construir instituciones más representativas, está justificada.