El juicio al "descuartizador de Pioz", un joven brasileño acusado de asesinar friamente a sus dos tíos y a sus dos primos pequeños en agosto de 2016, para quien la fiscalía pide cadena perpetua revisable, comenzó este miércoles en la ciudad española de Guadalajara.
Asesino confeso, François Patrick Nogueira Gouveia mantuvo el rostro serio mientras eran leídos los cruentos hechos que se le imputan, en la jornada inicial del juicio en la Audiencia Provincial de Guadalajara, a unos 60 km al este de Madrid.
Esposado, el joven de 21 años (19 al momento de los hechos) vestía anteojos de pasta negra, camisa azul y pantalón kaki. Ofrecerá su testimonio la tarde del miércoles, en un juicio que se prolongará una semana.
Habiendo confesado el asesinato de su tío materno, su esposa y los dos hijos de estos de 1 y 3 años aunque alegando que no recuerda los detalles, la incógnita principal del proceso es si será condenado a la pena máxima prevista en el código penal español, la prisión permanente revisable.
Solicitada por la fiscalía, es una condena perpetua que puede ser revisada a partir de los 25 años en prisión. Desde su entrada en vigor en 2015 años, solo ha sido impuesta en contadas ocasiones.
– Defensa alega trastorno mental –
La defensa busca una pena inferior alegando un "trastorno mental transitorio" de Nogueira y el atenuante de haber confesado los hechos, ocurridos el 17 de agosto de 2016.
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Ese día, Nogueira fue a la casa de sus tíos en Pioz, localidad cercana a Guadalajara, pertrechado con un cuchillo muy afilado, bolsas plásticas y cinta de precintar.
Se presentó con unas pizzas para no levantar sospechas. Luego de que sus tíos lo acogieran a su llegada a España en marzo de 2016 para perseguir una carrera como futbolista, su relación se había agriado.
Tras comer, asesinó primero a su tía, Janaína Santos Américo (39 años), y luego a los dos hijos de la pareja, María Carolina de 3 años y Davi de 1. Esperó un par de horas a que llegara su tío materno Marcos Campos (40 años) y también lo asesinó de múltiples puñaladas en el cuello.
A los adultos los descuartizó y metió todos los cuerpos en bolsas plásticas. Limpió la casa, se aseó y esperó a tomar el autobús de vuelta la mañana siguiente, según el auto judicial.
Mientras cometía los crímenes, Nogueira envió por WhatsApp fotografías de los cadáveres e intercambió mensajes, incluso con burlas o jactándose, con un amigo en el estado brasileño de Paraiba Marvin Henriques, detenido posteriormente como cómplice de los asesinatos.
Los cuerpos fueron hallados recién un mes más tarde, cuando un empleado de mantenimiento alertó del mal olor proveniente de la vivienda.
Nogueira huyó entonces en avión a Joao Pessoa, capital de Paraiba. No obstante, el 19 de octubre regresó a España para entregarse voluntariamente, convencido por su familia de que era mejor pagar cárcel en España que en Brasil.
– Acusación rechaza "premio" –
En su declaración inicial, la fiscal Rocío Rojo rechazó los atenuantes esgrimidos por la defensa, afirmando que "desde un punto de vista mental" Nogueira "no tiene ninguna enfermedad".
Recordó que un examen psicológico lo describió como una persona psicopática, manipuladora, egocéntrica y falto de empatía, pero consciente de sus acciones.
Nogueira planificó "fríamente" los asesinatos, intentó ocultarlos limpiando la escena del crimen y buscó "despistar" a las autoridades, afirmó la fiscal Rojo. "Es una persona sana que no puede tener un premio" con una rebaja de condena, concluyó.
En Brasil en 2013, Nogueira apuñaló a un profesor y estuvo seis meses en tratamiento siquiátrico.
Nogueira será juzgado por un jurado de nueve personas, elegido este miércoles. Durante el juicio prestarán declaración más de 30 testigos (algunos de ellos por videoconferencia desde Brasil) y una veintena de agentes policiales y peritos.
