Ciudad del Vaticano, 19 oct (EFE).- El exnuncio del Vaticano en Estados Unidos Carlo Maria Viganò reiteró este viernes su acusación de que el papa conocía los abusos del cardenal Theodore McCarrick y animó a quienes conozcan estos hechos en la Iglesia a romper su silencio.
Viganò, de 77 años, reclamó el pasado agosto la renuncia del papa Francisco al asegurar que éste conocía ya desde 2013 las denuncias que pesaban sobre el cardenal McCarrick, de 88 años, que al parecer abusó de sacerdotes y seminaristas durante años.
Unos hechos por los que el pontífice argentino ordenó en julio que el purpurado permaneciera apartado de sus funciones y recluido hasta su juicio canónico y le expulsó del Colegio Cardenalicio, una sanción con pocos precedentes en la historia.
Viganò criticó hoy de nuevo al papa y la gestión de este polémico caso y lo hizo como en la primera ocasión, a través del blog ultraconservador sobre el Vaticano del periodista Marco Tosatti, quien reconoció que trabajó en el borrador de aquella primera carta.
Asegura que desde 2000 se enviaron informes al Vaticano sobre la conducta del cardenal y repasa los hechos cronológicamente, aunque sin aportar pruebas documentales.
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El exdiplomático insiste en que Benedicto XVI ordenó retirarse a una vida de oración y penitencia a McCarrick pero que este "siguió gozando de una especial consideración" de Francisco, que "le encargó nuevas e importantes responsabilidades y misiones".
Considera que McCarrick "formaba parte de una red de obispos partidarios de la homosexualidad que, gozando del favor del papa Francisco, promovieron nombramientos episcopales para protegerse de la justicia y reforzar la homosexualidad en la jerarquía" romana.
Asegura que reza "cada día más por el papa Francisco, más incluso que por otros papas", pero al mismo tiempo le insta a "admitir sus errores, arrepentirse y demostrar su voluntad de seguir el mandato dado a San Pedro" al frente de la Iglesia romana.
Viganò, muy conservador, atribuye esta "esta gravísima crisis" a "la plaga de la homosexualidad" pues, en su opinión, es "la causa principal de muchos abusos sexuales" y consideró que esta "solo puede ser extirpada con armas espirituales".
El pasado 6 de octubre la Santa Sede informó de que Francisco ha ordenado una investigación exhaustiva, también en los archivos del Vaticano, en relación con la gestión de estos hechos.
En defensa del papa han salido numerosos obispos de todo el mundo y desde la Curia, el prefecto de la Congregación para los Obispos, Marc Ouellet, calificó de "montaje político sin un real fundamento" las acusaciones de Viganò, en un comunicado el 7 de octubre.
Ouellet dijo que sobre este caso el Vaticano no tenía pruebas suficientes, a lo que Viganò responde afirmando que "la Santa Sede conocía múltiples hechos concretos y poseía documentos que lo probaban pero sus responsables prefirieron no intervenir".
Viganò concluyó esta nueva misiva asegurando que "está probado que los depredadores homosexuales aprovechan su privilegio clerical" para cometer abusos y llamó a obispos y sacerdotes que conozcan esta versión a romper su silencio.
En este sentido les recordó que están ante una encrucijada en la que podrán callar y "bajar la mirada ante el avance de la corrupción" o, por contra, "elegir hablar".