Ciudad del Vaticano, 21 ago (EFE).- El papa Francisco se reunirá en Dublín con un grupo de víctimas de abusos por parte del clero y rezará por ellas en la catedral de Dublín, durante su viaje a Irlanda el próximo fin de semana para participar en el Encuentro Mundial de la Familia.
Así lo anunció el portavoz del Vaticano, Greg Burke, al dar los detalles de la visita del papa el 25 y 26 de agosto a Irlanda, un país donde la herida de los abusos a menores por parte de religiosos aún sigue abierta.
Hoy también se supo que Francisco se detendrá a rezar por las víctimas durante su visita a la catedral ante una vela que fue colocada en este templo para recordarlas.
El pontífice argentino ha mantenido encuentros privados con víctimas en todos los países donde miembros de la Iglesia han cometido estos crímenes, como en Chile o Estados Unidos, y así lo hará también en Dublín.
"Es importante para el papa escucharles", agregó Burke, que no quiso dar más detalles de cómo será el encuentro, pues consideró que tendrán que ser las víctimas las que autoricen a revelar cómo transcurrió la reunión, como ha ocurrido otras veces.
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El viaje del papa al Encuentro Mundial de la Familia viene precedido de un nuevo escándalo que ha salpicado a la Iglesia Católica con la publicación por la Corte Suprema de Pensilvania (EEUU) de un informe que documenta 300 supuestos casos de "sacerdotes depredadores" sexuales en ese Estado y en el que se identifica a 1.000 menores como víctimas desde 1940.
Pero, además, la visita es a Irlanda, donde decenas de curas abusaron de menores y la jerarquía católica encubrió sistemáticamente las denuncias para eludir el escándalo en un periodo comprendido entre 1975 y 2004.
Es probable que Francisco también se refiera a este escándalo en alguno de los discursos públicos que pronunciará en los actos de su visita.
El pontífice escribió ayer una carta a todos los católicos, en un gesto sin precedentes, para expresar "vergüenza" y "arrepentimiento" por los casos de abusos y admitir que la Iglesia no supo actuar ni reconocer la gravedad del daño que se estaba causando.
Aunque el viaje de Francisco estará marcado inevitablemente por este tema, el portavoz del Vaticano resaltó que la visita se centrará en la "familia".
Por ello, además de los dos actos principales del Encuentro Mundial, el pontífice ha querido visitar el centro de acogida de los Padres Capuchinos que atiende a familias con dificultades y da de comer a cerca 350 personas al día.
Otro de los momentos que no estaban incluidos en el programa inicial del papa será la parada para rezar ante los restos de Matt Talbot (1856-1925), que se encuentra en proceso de beatificación, y que era un obrero católico irlandés que cayó en el vicio del alcoholismo y cuya conversión le ayudó a cambiar de vida.
El primer acto en Irlanda, donde Francisco ya estuvo en 1980 para aprender inglés, será la visita de cortesía al palacio presidencial irlandés, donde tras los discursos plantará un árbol como ya hizo Juan Pablo II en su viaje a ese país en 1979.
Por la tarde Francisco se trasladará a la Catedral St. Mary's y se detendrá a rezar en la capilla del Santísimo, donde ha sido colocada una vela para recordar a todas las víctimas de abusos por parte del clero irlandés.
Concluirá la jornada con un encuentro en el Estadio Croke, donde tendrá lugar la llamada "Fiesta de las Familias", y pronunciará el segundo discurso de las seis intervenciones que tiene previstas y que serán en italiano.
Allí escuchará los testimonios de seis familias procedentes de la India, Canadá, Irak, Irlanda y Burkina Faso.
Su segundo día en Irlanda comenzará con una visita al santuario de Knock, importante lugar de peregrinación católica en el condado de Mayo, donde ya estuvo Juan Pablo II en 1979.
En la explanada de este santuario presidirá el rezo del Ángelus y por la tarde oficiará la misa en el parque Phoenix, como evento final del Encuentro Mundial de las Familias en el que se anunciará la próxima ciudad que acogerá dentro de tres años este evento.
Francisco se encontrará con los obispos en el convento de las monjas dominicas y será a ellos a quienes les dirija su discurso del día, el último de su breve viaje de apenas 36 horas a Irlanda.