Pamplona, España | AFP | Las fiestas de San Fermín terminan este sábado tras una semana de encierros, en los que dos personas resultaron corneadas y otras 40 lesionadas, mientras otro hombre resultó volteado por una res cuando corría a buscar su smartphone.
Estas fiestas se celebran del 6 al 14 de julio, son de las más famosas de España y cada año atraen a cientos de miles de turistas de todo el mundo.
Durante una semana, cada mañana a las 08H00 locales (06H00 GMT) cientos de 'mozos' ataviados de camisa y pantalón blancos, y con un tradicional pañuelo rojo al cuello, corren delante de los toros por el centro de Pamplona, después de encomendarse a la imagen de San Fermín.
Cualquier persona de más de 18 años puede participar en la carrera, pero las autoridades no dejan de advertir sobre el peligro, en una fiesta que ha dejado 16 muertos desde 1911, el último en 2009.
En la edición de 2017, 64 participantes resultaron heridos, incluyendo siete corneados.
Este año hubo menos heridos, con solamente dos personas corneadas. Una de ellas ya abandonó el hospital este sábado, mientras que la otra, un ciudadano español, seguía en observación tras recibir una cornada en un brazo, según el gobierno regional.
De acuerdo a la Cruz Roja, más de 630 personas fueron atendidas durante las fiestas, 467 de ellas en los encierros.
San Fermín acaba el 14 de julio, a las 12 de la noche, cuando la gente se reúne en la Plaza del Ayuntamiento y, con velas encendidas, canta el “Pobre de mí”, despidiéndose de sus festejos hasta el año siguiente.
Durante los Sanfermines Pamplona se convierte en la capital mundial de la felicidad.