El papa insta a los cardenales a no creerse «superiores»

papa francisco

Ciudad del Vaticano, 28 jun (EFE).- El papa Francisco instó este jueves a los cardenales a no "sentirse superiores a nadie" y a servir a los más vulnerables como los drogadictos, los pobres o los presos, indicó durante la misa en la basílica de San Pedro del Vaticano en la que creó catorce nuevos purpurados.

"La única autoridad creíble es la que nace de ponerse a los pies de los otros para servir" a Jesucristo, quien no tuvo "reparo de inclinarse ante sus discípulos y lavarles los pies" en la Última Cena, dijo el pontífice en su homilía en la basílica vaticana.

El papa consideró que "ésa es la mayor condecoración que podemos obtener: servir a Cristo en el pueblo fiel de Dios", como son las personas con problemas como los hambrientos, los encarcelados, los enfermos o los tóxico-dependientes, entre otros.

De este modo, refirió, "la autoridad del pastor tendrá sabor a Evangelio".

"Ninguno de nosotros debe sentirse superior a nadie. Ningunos de nosotros debe mirar a los demás por encima del hombro, desde arriba. Únicamente nos es lícito mirar a una persona desde arriba hacia abajo, cuando la ayudamos a levantarse", insistió el papa.

Puso de ejemplo "el testamento espiritual" del papa y santo Juan XXIII, quien explicó en 1954, cuatro años antes de su elección, que había hecho de la pobreza su voto en su juventud, lo que le ayudó a "no pedir nunca nada, ni puestos, ni dinero, ni favores, nunca".

"Aparentes opulencias ocultaron con frecuencia espinas escondidas de dolorosa pobreza y me impidieron dar siempre con largueza lo que hubiera deseado. Doy gracias a Dios por esta gracia de la pobreza de la que hice voto en mi juventud", escribía el papa italiano.

Francisco meditó sobre todo esto después de escuchar la lectura de un pasaje del Evangelio según san Marco y explicó que "en los momentos importantes y cruciales en la vida dejan hablar al corazón y muestran las intenciones y las tensiones que nos habitan".

En este sentido subrayó que "el evangelista no teme desvelar ciertos secretos del corazón de los discípulos" como la "búsqueda de los primeros puestos, celos, envidias, intrigas, arreglas y acomodos".

"Una lógica que no solo carcome y corroe desde dentro las relaciones entre ellos, sino que además los encierra y enreda en discusiones inútiles y poco relevantes", advirtió el pontífice.

Francisco señaló Jesús trató de impedir que "las discusiones estériles y autorreferenciales ganen espacio en el seno de la comunidad".

"¿De qué sirve ganar el mundo entero si se está corroído por dentro? ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se vive atrapado en intrigas asfixiantes que secan y vuelven estéril el corazón y la misión? En esta situación -como alguien hacía notar- se podrían vislumbrar ya las intrigas palaciegas, también en las curias eclesiásticas", cuestionó Bergoglio ante los cardenales.