Un video se ha hecho popular en las redes sociales por mostrar el momento en el que un oso ataca a uno de los domadores en pleno espectáculo de circo.
El suceso ocurrió durante la presentación de un circo ambulante en la región de Volgogrado, en Olkhovka, Rusia.
El oso logró alcanzar al hombre y empezó a luchar contra él, mientras que el sujeto intentaba alejarlo golpeándolo con un palo frenéticamente.
El público se puso notablemente inquieto y algunos prefirieron retirarse de la escena.
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Tras los numerosos golpes que recibió el animal, terminó alejándose. El hombre se levantó sin ayuda y sin daños aparentes.
"Incluso en el video está claro que el animal estaba demasiado nervioso", señaló Anastasia Mishcherina, una de las espectadoras. "A regañadientes estaba participando del show, el oso claramente quería irse, pero él fue forcejeado. Quizás se dio cuenta de que estaba a punto de ser golpeado ahí o más tarde y decidió atacar primero”.
Sugerimos no ver las imágenes si entiende que podrían afectar su sensibilidad.
Los espectáculos circenses no son divertidos para los animales. La verdadera cara del circo, se esconde detrás de las coloridas carpas. Ahí donde no llegan las luces, decenas de animales padecen encierro, soledad, hambre, falta de atención veterinaria, golpes cuando no quieren actuar etc.
Los animales de los circos son secuestrados desde pequeños de sus hábitats o comprados a traficantes, luego son sometidos a crueles sesiones de entrenamiento en donde se incluyen herramientas de castigo como los bullhoocks que son varas que terminan en un gancho, el cual se utiliza para llamar la atención de los elefantes, golpeándolos en las caras y detrás de las rodillas.
El soplete también es utilizado contra estos animales para retirar todo el pelo duro que tienen en el lomo y cabeza (como protección) para que así el “valeroso” domador pueda sentarse sobre el animal sin sentirse incómodo.
