Un hombre fue hospitalizado con horrendas lesiones en las piernas después de tocar una mala hierba de un jardín común.
Nathan Davies entró en contacto con un hogweed mientras hacía jardinería en su casa y desde entonces necesitó una cirugía de emergencia para reparar el daño.
El cirujano informó al agente de bienes raíces de 32 años que tenía la pierna abierta desde la rótula hasta el tobillo, informa Wales Online.
Los médicos dicen que Nathan estuvo a punto de perder el músculo de la pantorrilla y no poder volver a caminar.
Ahora el hombre quiere contar su historia en un intento de advertir a los demás sobre los peligros de la mala hierba del jardín, que se puede encontrar a lo largo de senderos y riberas de los ríos en la mayor parte del Reino Unido.
La odisea de Nathan comenzó cuando él estaba llevando a cabo trabajos de jardinería con su padre el domingo 20 de mayo. "Llevaba pantalones cortos, porque era un día caluroso", dijo Nathan, de Ammanford.
"Estábamos recortando los setos y las plantas, así que tuve algunos cortes y rasguños, pero no pensé en nada de eso".
Para el martes, las ampollas comenzaron a aparecer en la pierna de Nathan.
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"Parecían quemaduras, como el tipo de quemaduras que obtendrías de una olla. Pero luego comenzaron a ponerse realmente grandes. Traté de no mostrarlo, porque tengo un bebé en casa. Así que traté de fingir que no sentía dolor y lo cubrí con un pantalón".
Pero cuando Nathan colapsó en agonía el viernes, fue llevado de inmediato a A & E en Llanelli.
"Esperé dos horas y una enfermera quería enviarme a casa con algunos antibióticos", dijo.
"Pero un médico echó un vistazo a mi pierna y me dijo que necesitaba una operación de emergencia. Alrededor de 20 minutos después estaba en bata, noqueado y con la pierna abierta".
Las ampollas en las piernas de Nathan se habían infectado gravemente.
Sus lesiones también se complicaron aún más por enfisema subcutáneo, cuando el gas o el aire queda atrapado debajo de un corte o herida.
Los médicos se vieron obligados a abrir su pierna desde la rótula hasta el tobillo, dejando la herida abierta y vendada después de que la infección se comiera la piel.
"Después de la operación inicial tuve que tener otra al día siguiente para colocar una malla roja, como la que ves en un guante de boxeo. La herida era alrededor de dos pulgadas de ancho y 15 pulgadas de largo por mi muslo".
"El dolor era tan fuerte que ni siquiera podía soportarlo; todavía no puedo ejercer presión o peso sobre mi pierna. Una parte de mí solo quiere cortarme la pierna desde la rodilla".
"Nunca he experimentado dolor como este en mi vida" expresó Nathan.
El hombre quien actualmente se encuentra en el hospital, debe realizar una tercera operación para lavar la herida y posiblemente realizar un injerto de piel usando la piel de su tendón de la corva.
También toma muchos medicamentos, incluyendo morfina, codeína y medicamentos contra la enfermedad.
Pero son las cicatrices emocionales las que serán más difíciles de curar, especialmente porque Nathan también está lidiando con la pena de haber perdido a su hermano recientemente por leucemia.
"Ha sido duro, especialmente no poder ver a mi hijo", dijo.
"Pero también es difícil no poder hacer las cosas. Las enfermeras tienen que llevarme abajo y lavarme porque estoy en una silla de ruedas.
"Traté de caminar por primera vez la otra noche, pero me desplomé en el suelo. Creo que me iré de esta pierna por un buen tiempo. Los doctores me dijeron que si la infección se hubiera extendido a mi pantorrilla, podría haber perdido mis músculos y tener que quitarme toda la pierna".
Nathan está compartiendo su historia con la esperanza de advertir a otros sobre los peligros potenciales de hogweed y no recibir heridas a tiempo.
Su historia fue destacada por Carwyn Templeton, que trabaja para South Wales Knotweed Removal.
Si bien la gravedad de las lesiones de Nathan es afortunadamente rara, esto demuestra cuán peligrosa puede ser la planta.
