Los franceses Sabrina Kouider, de 35 años, y Ouissem Medouni, de 40, han sido declarados culpables este jueves del asesinato de una joven natural de Francia que cuidó de sus hijos cuando vivían en Londres, Sophie Lionnet, a la que torturaron cruelmente antes de matarla.
Este caso, uno de los que más ha conmocionado a Reino Unido y Francia, se remonta al 20 de septiembre de 2017, cuando varios efectivos de los bomberos se acercaron al jardín de la casa de la pareja alertados por un vecino, que hablaba de una gran columna de humo y de un olor desagradable. Para su sorpresa, lo que encontraron allí fue al hombre quemando un cadáver.
"¿Por qué está quemando un cuerpo?", fue la pregunta que lanzó uno de ellos ante la mayor estupefacción. "Es un cordero", espetó con naturalidad y sin inmutarse Medouni.
La lectura del veredicto de este jueves les culpabiliza del asesinato y del calvario que la joven de 21 años sufrió antes de perecer. "Sophie cuidó de sus niños. Esos monstruos la golpearon hasta la muerte. Le hicieron pasar hambre", aseguró su madre, Catherine Devallonné, a los medios de comunicación que esperaban fuera del juzgado. Pero además, una imagen difundida por la Policía londinense evidencia el deteriorado estado de salud de Lionnet. Las penas se conocerán el 26 de junio.
La motivación del asesinato, según se pudo saber después, fue la obsesión de la mujer de que la niñera era una espía que trabajaba para Mark Walton, con quien coincidió en el grupo de música Boyzone. Con él, además, tiene un niño.
La Fiscalía, por su parte, aplaudió el veredicto. "Solo Kouider y Medouni saben exactamente cómo mataron a Sophie, pero la fiscalía pudo probar que murió como resultado de una violencia sostenida y decidida, y no por accidente".