Un joven amante de los deportes que perdió trágicamente sus brazos y piernas después de sufrir meningitis, fue enviado a su casa porque los médicos pensaron que tenía gripe.
Davide Morana, de 24 años, ha quedado confinado en una cama sin poder hacer nada por sí mismo después de que los cirujanos se vieron obligados a amputarlo en enero para salvarle la vida.
Davide ahora ha establecido una campaña de crowdfunding con un objetivo de £ 87,720 para obtener las nuevas extremidades que le permitirían recuperar su independencia.
El italiano vivía en la ciudad de Murcia, en el sureste de España, cuando comenzó a sentirse mal en enero con fiebre y dolor en la mandíbula.
Cuando comenzó a sentirse peor fue a una unidad de emergencia y accidente del hospital donde las enfermeras tomaron muestras de sangre y orina.
Pero no se recogió nada en las pruebas y lo enviaron a su casa diagnosticado con gripe.
Davide se sintió peor que nunca con fiebre de más de 39ºC y comenzó a vomitar.
- Te puede interesar: Descifran dos nuevas páginas del Diario de Ana Frank
Un día después, se despertó y encontró marcas marrones que le cubrían la cara.
Él dijo: "Me sentía muy débil. Sentí dolor en los pies, me sentí como si estuvieran congelados, y cuando me quité los calcetines vi que mis pies estaban cubiertos con marcas marrones como las de mi cara, pero un poco más grande".
Davide regresó al hospital y esta vez le diagnosticaron meningitis.
Debido a la infección, en menos de dos días las manchas se volvieron violetas y se extendieron por la mayor parte del cuerpo.
Le diagnosticaron una falla orgánica múltiple y tuvo que luchar por su vida.
Una declaración sobre su campaña de crowdfunding dijo: "Después de una semana en coma inducido, comenzó a despertarse.
"Recordó todo, se movió e intentó hablar".
Pero tenía insuficiencia renal y las marcas de violeta se habían convertido en ampollas, mientras que otras marcas se habían vuelto negras.
En solo una semana, al joven deportista se le amputaron ambos brazos y piernas.
Davide describe cómo amaba los deportes, estudiaba de día y trabajaba por las tardes.
En su tiempo libre no amaba nada más que nadar, correr, cocinar y pasar el tiempo con amigos.
Incluso después de su terrible experiencia, la actitud positiva de Davide ha dejado a su familia y amigos impresionados.
La publicación continuó: "Solo algunas horas después de su amputación, incluso bromeó sobre su muñón".
Davide fue dado de alta del hospital hace dos semanas y ahora está ansioso por comenzar a vivir de nuevo.
