El Cairo, 23 mar (EFE).- El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha reivindicado la autoría del tiroteo contra varios policías y la toma de rehenes en un supermercado del sur de Francia, en que al menos tres personas han muerto, entre ellas el propio asaltante.
En un comunicado del EI difundido por la agencia Amaq (vinculada al grupo yihadista) se asegura que el atacante es "un soldado del Estado Islámico" y que actuó "en respuesta a las llamadas a golpear a los países de la coalición" internacional capitaneada por Estados Unidos.
Esa alianza militar interviene en Siria y en Irak en contra del grupo terrorista, que en 2014 declaró un califato en los territorios que controlaba entonces en ambos países y que hoy prácticamente ha dejado de existir sobre el terreno, salvo algunas bolsas de resistencia, en particular en territorio sirio.
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El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, confirmó la muerte de tres personas durante los sucesos de hoy, en los cuales el presunto terrorista mató primero al conductor e hirió al copiloto de un coche que robó, y después hirió a un policía que estaba corriendo junto a unos compañeros.
Finalmente el agresor entró en el supermercado, donde mató a dos personas y tomó varios rehenes antes de ser abatido por efectivos de la unidad de intervención de la Gendarmería francesa, el GIGN, según Collomb.
Collomb identificó al atacante como Redouane Lakdim, de origen marroquí, y del que aseguró que era un "delincuente común" de 26 años que a las autoridades no les constaba como radicalizado.
Gendarme se cambió por uno de los rehenes
Un gendarme se cambió de forma voluntaria por un rehén en el secuestro y resultó gravemente herido en la operación policial.
Este teniente coronel cuadragenario de la Gendarmería protagonizó "un acto de heroísmo", dijo el ministro francés de Interior, Gérard Collomb al detallar a la prensa el desarrollo de la intervención del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) y destacar el valor del efectivo en esta acción.
Según el relato de Collomb, el gendarme se ofreció "voluntariamente" para cambiarse con una persona que el terrorista Redouane Lakdim había tomado como rehén.
No sólo asumió ese riesgo, sino que también entró en el supermercado con su teléfono móvil (celular) y lo dejó con la línea abierta para que los agentes del GIGN que se encontraban en el exterior pudieran escuchar en directo todo lo que ocurría dentro.
De hecho, fue ese teléfono el que desencadenó el asalto final de ese cuerpo de elite de la Gendarmería, cuando escucharon una detonación y entendieron que el secuestrador estaba utilizando su arma.
En ese asalto, Lakdim murió por los disparos del GIGN, dos de cuyos miembros resultaron heridos, al igual que el teniente coronel de la Gendarmería.