Berlín, 31 ene (EFE).- La policía alemana detuvo hoy en diferentes puntos del país a tres hombres acusados de tráfico de personas y sospechosos de haber introducido ilegalmente a inmigrantes y solicitantes de asilo en Alemania escondidos en caminos de carga, "conscientes del riesgo para su vida".
Más de doscientos agentes participaron en la operación puesta en marcha esta mañana, con registros en los estados de Bremen, Berlín, Renania del Norte-Westfalia y Sajonia, informó en un comunicado la policía federal.
Según los investigadores, los detenidos -un turco de 44 años, un polaco de 37 y un búlgaro de 53- son sospechosos de haber llevado desde los Balcanes a Alemania entre el verano y el otoño del año pasado a al menos 160 inmigrantes, en varios viajes.
Los inmigrantes, que pagaban alrededor de 8.000 euros por persona, eran escondidos en la zona de carga de los camiones, a menudo tras mercancía y palés, para después viajar a través de la República Checa y Polonia hasta Alemania.
Dos de los camiones, en los que viajaban 79 ciudadanos de nacionalidad iraní o iraquí, pudieron ser interceptado el pasado mes de noviembre en Eslovaquia.
Entre los inmigrantes había 32 niños de menos de 7 años y dos bebés de pocos meses, destacó la policía alemana, convencida de que el viaje habría tenido para ellos "consecuencias fatales".
El tráfico de personas en camiones, denominado contrabando en contenedores, supone una "amenaza significativa", subrayaron las fuerzas de seguridad, que recordaron la dramática muerte de 71 personas en un camión frigorífico encontrado en el arcén de una autopista austriaca en agosto de 2015.
Los tres detenidos hoy en Alemania podrían ser condenados a entre uno y diez años de prisión.
"Las investigaciones muestran una vez más que los traficantes sin escrúpulos sólo se preocupan de sus ganancias, que no les importa nada el bienestar de quienes confían en ellos. Aceptan poner en riesgo sus vidas, que resulten heridos o que mueran", denunció el presidente de la policía federal en Pirna (este de Alemania), Jörg Baumbach, recordando otra reciente operación que desarticuló una banda formada por polacos y sirios.