Una despedida de soltera terminó dejando en shock a un grupo de jovencitas que para el recuerdo decidieron retratarse junto al lago Eck, en la región escocesa de Argyll, en Reino Unido.
Según The Mirror, las señoritas se hospedaron en un hotel cerca al lago y se hicieron varias fotografías, colocando la cámara en modo automático y posando hasta que se disparara la foto.
Sin embargo, una fotografía genero que se les ponga los pelos de punta. Al observar las imágenes, se percataron que en una aparece inexplicablemente un niño agazapado tras una pila de leños.
Ocurrido el hecho decidieron tener mayor información del lugar y quedaron en shock tras descubrir una tenebrosa historia contada por los lugareños.
Desafortunadamente, la despedida de soltera se vio opacada por esta situación que jamás imaginaron experimentar.
¿Te ha pasado algo parecido?
Según el relato, un niño sonámbulo se había ahogado en esa zona del lago mientras caminaba dormido. Desde entonces, el personal del hotel comenzó a experimentar situaciones paranormales.
En contexto
Por otro lado, los investigadores de la Comisaría de la Ertzaintza de Deusto, en Bilbao, consideran que ambos chicos de 14 años, están relacionados con el asesinato de los dos ancianos y pasarán a disposición de la Fiscalía de menores.
Las mismas fuentes explican que los dos adolescentes arrestados son vecinos del barrio donde ocurrió el doble crimen y de etnia gitana, si bien no tienen relación con el denominado clan de los 'Pichis', un grupo familiar que ha protagonizado algunos incidentes de convivencia en el barrio de Ollerías de la capital vizcaína.
Los dos menores tienen además antecedentes por robo con violencia e intimidación. Los dos arrestados serán presentados en las próximas horas ante la Fiscalía de Menores, que se hará cargo del caso.
Según han informado fuentes de la investigación a Europa Press, los dos menores constan como domiciliados en Bilbao y en otras localidades de Vizcaya.
El matrimonio de octogenarios fue encontrado muerto el jueves en su piso del número 16 de la calle Zizeruena en Otxarkoaga, cuando un familiar acudió al domicilio tras comprobar que no respondían al teléfono.