El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha prometido firmeza en el ámbito migratorio y ha advertido de que su Gobierno no dejará "en ningún caso" que se erija una nueva 'jungla' en la zona de Calais, en alusión al campamento desmantelado en octubre de 2016 y que llegó a albergar a unas 8.000 personas.
"No dejaremos que se reconstituya una jungla en Calais", ha prometido Macron durante un discurso pronunciado este martes en esta ciudad del norte de Francia, a la cual han llegado en estos últimos años miles de migrantes que aspiran a llegar a Reino Unido a través del túnel que recorre el canal de la Mancha. En este sentido, el presidente galo ha subrayado que el Gobierno trabajará para que no pueda haber ningún "paso ilegal" en Calais, para que esta zona no sea una puerta de entrada trasera a inglaterra", según informa la cadena gala France Info. Macron ha visitado un centro de recepción cerca de Calais y ha hablado tanto con autoridades locales como con solicitantes de asilo, con cuyas reivindicaciones ha querido empatizar. Así, ha reconocido que Francia tiene la "responsabilidad" de proteger a quienes huyen del peligro, pero ha descartado que puedan entrar millones de personas.
Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han acusado al Gobierno de llevar a cabo deportaciones masivas y de no tener en cuenta las precarias condiciones de quienes siguen instalados cerca de Calais, para los que incluso la Justicia ha reclamado unas mínimas condiciones de sanidad y saneamiento.
Macron ha afirmado que el Estado "se hará cargo" de la distribución de comida, que será distribuida "de manera organizada" y en "puntos móviles" que permitan descartar "cualquier instalación en los campamentos ilegales". Hasta ahora, de estas tareas se encargaban las ONG.
Macron también ha lanzado un mensaje a las fuerzas de seguridad para que sean "ejemplares" y actúen con contención. "No se tolerará ninguna falta de deontología" y, en caso de que ocurra, "habrá sanciones", ha afirmado el mandatario galo.